Tras el fichaje de Justin Doellman la pasada temporada y los intentos por hacerse con Romain Sato poco después, el FC Barcelona parece dispuesto a volver a ´pescar´ este verano en el Valencia Basket. Por un lado es de sobra conocido el interés por Pau Ribas, cuya renovación con los taronja está más que complicada y que muy probablemente quedará libre a partir del 30 de junio. En este sentido, su destino apunta a que será el conjunto dirigido por Xavi Pascual, que sin embargo no está dispuesto a conformarse con firmar al gran referente del Valencia Basket esta temporada.

Y es que desde el Palau Blaugrana han puesto sus ojos también en Sam Van Rossom para reforzar la posición de base. El conjunto catalán considera que el base belga sería el complemento ideal para Tomas Satoransky puesto que Marcelinho Huertas, de 32 años, acaba contrato este verano y su continuidad es muy dudosa. «La grandeza del Barça es que si no están contentos con un jugador, aunque tenga contrato, siempre encuentran la manera de desvincularse, aseguró Huertas el pasado viernes, consciente de que el Barcelona está barajando muy seriamente la posibilidad de cubrir su puesto con otro jugador. «Cada temporada, cuando se acaba una Final Four o se pierde una Copa, salen muchos nombres. Si juegas en un club como este tienes que estar acostumbrado a eso», dijo el brasileño.

Unas declaraciones que denotan cierto tono de resignación y que suenan incluso a despedida, pese a que todo está aún por ver. Sobre todo que el equipo blaugrana logre desvincular a Van Rossom del Valencia Basket. Algo ciertamente complicado debido a su elevada cláusula de rescisión. Al contrario que Ribas, el belga tiene contrato en vigor y debería indemnizar al club con casi 1,5 millones de euros si se marcha antes de 2017. Es la consecuencia directa de la mejora y ampliación de contrato realizada el pasado mes de octubre, poco tiempo después de que el CSKA Moscú estuviera a punto de hacerse con sus servicios en verano.

En aquella ocasión la cláusula y también la decisión del jugador de continuar en Valencia tuvieron un papel clave, lo mismo que podría suceder ahora.Es por ello que en La Fonteta la tranquilidad es absoluta con este asunto ya que saben que esa cantidad es prohibitiva prácticamente para cualquier club. Incluido el Barça, cuyo desembolso sería muy elevado si tenemos en cuenta también la ficha del jugador. Y no le quedará otra ya que el Valencia Basket no va a negociar ninguna rebaja en esa ´salida´, así que si quiere a Van Rossom le tocará pasar por caja. Algo que no les pasará con Ribas, que firmaría libre.

Centrado en el día a día

Ajeno a todo esto, Van Rossom continúa centrado en el día a día y en el importante partido de este sábado para asegurar la cuarta plaza. «Si ganamos el sábado de tres puntos tenemos la cuarta plaza, seguro que con el play-off que viene el factor cancha es muy importante», aseguró el belga, que espera que el «jugar en casa con nuestra gente en la grada nos ayude un poco más, siempre es un poco más fácil. Y si el partido se calienta, si tienes a ese sexto hombre que está con el equipo es muy importante».

Rabaseda es la opción que más gusta en el club si finalmente Pau Ribas no renueva

Al Valencia Basket no le ha quedado otra que activar un plan B ante lo muy cuesta arriba que se ha puesto la renovación de Pau Ribas en las últimas semanas. Las posturas entre ambas partes continúan alejadas y sólo un giro inesperado de los acontecimientos permitiría que el escolta catalán continuase vistiendo de taronja la próxima temporada.

Ante esta tesitura, y pese a que la prioridad continúa siendo la renovación de Ribas, a la entidad valenciana no le ha quedado otra que comenzar a moverse en el mercado en busca de opciones para cubrir ese puesto en caso de que sea necesario. Así, y aunque hace unos días ya trascendió el nombre de Nico Richotti poco después de preguntar por su situación contractual en el Iberostar Tenerife, el jugador que más gusta es Xavi Rabaseda.

El alero catalán, de 26 años y 1,98 metros, es un clásico estival dentro de la agenda de futuribles del Valencia Basket. No en vano, es un jugador al que hace años que se lleva siguiendo su progresión y por el que el club estaría dispuesto a apostar en un momento puntual como este si se dan las condiciones. Por lo pronto, el 30 de junio acaba contrato en el Movistar Estudiantes y no habría que pagar traspaso alguno por su fichaje-sí sería necesario en el caso de Richotti-. Este punto, unido a su condición de cupo de formación, le convierten en un jugador muy atractivo de cara al verano. Sobre todo si tenemos en cuenta también que en el conjunto madrileño ha recuperado su mejor versión esta última campaña, donde ha promediado 8,9 puntos, 3,6 rebotes y 10,9 de valoración en los 28 minutos que ha jugado por partido.

Hace apenas siete días fue intervenido de la rodilla derecha de un problemas menores, por lo que su concurso en las dos últimas jornadas de la fase regular es ciertamente complicado. No obstante, estará en perfectas condiciones en unas semanas.