Varios fueron los jugadores del Valencia Basket que se vieron sorprendidos tras el entrenamiento de este viernes con la noticia, nunca agradable, de la visita de los médicos de la Federación Española de Baloncesto (FEB) para realizarles un inesperado control antidopaje.

En concreto fueron Rafa Martínez, Justin Hamilton, Vladimir Lucic y Jordi Trias, que por cierto también tuvo control el pasado domingo en el encuentro en el que que los valencianos cayeron ante el Laboral Kutxa en Vitoria. La anécdota es que a Sam Van Rossom, que lleva sin jugar desde el pasado mes de noviembre debido a una lesión en la rodilla izquierdaSam Van Rossom, también le tocó pasar el control. El base belga, eso sí, fue el más rápido en acabar ya que, como es lógico, no había entrenado con el resto de sus compañeros.

Acompañado por las muletas con las que deberá ayudarse para caminar durante unos días, el base belga abandonó la 'sala antidoping' mientras el resto de sus compañeros se armaban de paciencia mientras intentaban reponer todo el líquido perdido durante el entrenamiento.