El partido ante el Real Madrid del próximo domingo llega en el peor momento anímico del Valencia Basket, pero quizá por eso, es también el mejor aliciente para volver a recuperar la ilusión por la Liga y defender un liderato que tienen los taronja desde la séptima jornada.

Pero al margen de este objetivo a corto plazo, son otros los retos que tienen los de Pedro Martínez para acabar la temporada a lo grande y olvidar así las dos grandes decepciones de la temporada: la eliminación de la Eurocup Eurocup y la sorprendente derrota en el primer partido de la Copa del Rey ante el Herbalife Gran Canaria.

Y es que el club está en una inmejorable situación para -al margen de lo que ocurra después en el play-off- intentar ser campeón de la Liga regular por primera vez en su historia, ya que son líderes con una victoria de ventaja sobre el Barcelona y tres sobre el Real Madrid y el Laboral Kutxa y además cuentan con la ventaja de no tener que dividir esfuerzos entre la competición nacional y la europea. Una situación de un encuentro por semana que no se daba desde 2007, el último año en el que el Valencia BC no jugó competiciones europeas.

Pero al margen de la posibilidad de ser campeón de la Liga regular y contar así con el factor pista a favor en el resto de eliminatorias hasta la final, el Valencia Basket tiene también la posibilidad de superar su tope de victorias en una Liga y que corresponde al de la temporada 2013/14, con Velimir Perasovic en el banquillo. Entonces, los taronja solo perdieron cuatro partidos y ganaron treinta, insuficientes, eso sí, para ganar la Liga regular a un Real Madrid que acabó con un balance de 32-2.

El otro gran reto por delante pasa por lograr el billete para la Euroliga y de hacerlo por primera vez por un camino distinto al de la Eurocup, como ocurrió en los tres últimos títulos del Valencia Basket en la segunda competición continental. Eso sí, aunque hasta el año pasado bastaba con ganar el título o al menos llegar hasta la final, en esta ocasión, los de Pedro Martínez tendrán que pelear por este objetivo sin saber muy bien aún si habrá recompensa final en forma de billete para la Euroliga, ya que el nuevo formato de competición impuesto por Jordi Bertomeu solo deja claro que habrá 11 equipos fijos independientemente de sus resultados de la temporada, a los que se sumarán el campeón de la Eurocup, los campeones de tres Ligas domésticas aún por determinar y un equipo que saldrá de una liguilla previa con ocho competidores.

Con esta incertidumbre sobre las opciones de clasificarse para la Euroliga y mientras el club valora la opción de jugar la nueva Champions de la FIBA y en la que sí se premian los méritos deportivos, el mayor aliciente para lo que resta de temporada pasada por ganar el título, al margen de acabar primero o no en la Liga regular. Los triunfos ante el Barcelona, el Real Madrid y el Laboral Kutxa y el pleno de victorias en la primera vuelta hacen que el equipo tenga fe en sus opciones, aunque siga primando la filosofía del ‘partido a partido’ y sepan ya que no podrán contar con Van Rossom en toda la temporada. De momento hoy vuelven al trabajo para ‘empezar’ una nueva temporada con nuevos retos.