El escolta de Santpedor abre las puertas de su casa a SUPER para ofrecernos su entrevista más personal e íntima. Nos habla del presente, de su día a día, pero también del pasado y de los malos momentos que le tocó superar antes de recuperar su mejor nivel en la cancha. Su rendimiento apunta a renovación este verano, aunque todo está aún por ver.

Acaba de cumplir 34 años pero, viendo al nivel que está jugando, le queda cuerda para rato ¿no’

Cuando llegas a este punto te das cuenta que has recorrido más de lo que te queda pero estoy viviendo el presente. La edad al final es un número, si trabajas a tope, te cuidas y eres positivo puedes jugar como si fueras un chaval. Hasta que el cuerpo diga basta, claro.

¿Se plantea cuantos años le pueden quedar en la élite?

No. Si lo hiciese me equivocaría. Con mi experiencia lo que tienes que hacer es vivir el presente, disfrutar del día a día, de tus compañeros y de las victorias. Soy consciente de que el tiempo va pasando pero quiero vivir el presente porque es lo más importante.

No obstante, ¿ya sabe que quiere hacer cuando deje de jugar?

Lo voy pensando y quiero hacer algo relacionado con el mundo al llevo dedicándome toda la vida. Sé que es difícil porque hay pocas plazas, pero siempre me ha interesado mucho el tema de cantera, de formación de jugadores. Vengo de un sitio donde se ha trabajado muy bien durante muchos años. Eso es lo que me tira pero ahora sólo pienso en ser jugador.

No me extraña porque es usted el que más minutos juega del equipo y el que más veces ha sido titular esta temporada…

Estoy contento porque a nivel de equipo estamos disfrutando mucho y porque a todo jugador lo que le gusta es jugar. Ya sé que es imposible que todo el mundo tenga las mismas oportunidades y los mismos minutos pero la gente lo que quiere es jugar y aportar todo lo posible al equipo.

Ahora se le ve disfrutando mucho, pero no siempre ha sido así…

Depende del entrenador y de muchas cosas. Hay roles en los que te sientes más importante que en otros pero lo que siempre he querido es esforzarme al máximo y ayudar al equipo jugase lo que jugase. Está claro que a veces es más difícil porque no tienes tanta confianza, pero esa es la vida de un jugador. Hay que ganarse la confianza, trabajar cada día al cien por cien y buscarse uno mismo su propia confianza para tirar adelante.

Sólo hace falta echar un vistazo a sus estadísticas de la pasada temporada para darse cuenta de que es un jugador distinto. ¿Qué ha cambiado?

Pedro Martínez me ha dado confianza desde el primer momento. No obstante, sabía que este era mi último año de contrato y no lo quería pasar agobiado o sin entender las cosas. Sólo quería ayudar al equipo en todo lo posible tanto dentro como fuera de la pista. Ese era mi objetivo de este año, he intentado darlo siempre todo y luego el trabajo es el que te pone en tu lugar A partir de ahí me he ido sintiendo cómodo, el entrenador me ha dado muchos minutos y eso te hace tener confianza. Algo que mis compañeros también me han demostrado que tienen en mí.

Algo que supongo que valorará mucho, sobre todo teniendo en cuenta lo mal que lo pasó el año pasado con Perasovic…

Sí, fueron momentos. Hay momentos malos, esto no es fácil. En la carrera de un deportista parece que todo sean facilidades y no es así. Hay momentos muy malos, otros buenos, pero en mi caso he tenido la suerte en Valencia de tener más momentos buenos que malos. Éstos, si los superas te hacen ser más fuerte y darte cuenta de que no siempre será todo de color de rosa. Que hay que esforzarse al máximo y dar el callo siempre.

¿Cómo vivió aquello?

Después de jugar un gran año mi rol cambió. Yo lo acepté desde el primer momento, pero cuando ves que el equipo no funciona y tú puedes dar algo más te pones un poco nervioso. Lo pasas mal pero se supera, y cuando lo haces mejoras como jugador, persona y en todo.

¿Ese fue su peor momento en el Valencia Basket?

Puede ser porque no disfrutaba al máximo de los partidos ni del día a día. Luego también la gente te va catalogando o poniendo en sitios que tú no quieres y si te dejas llevar acabas completamente hundido. Ahí debes seguir tu camino y creer en tí, porque hay momentos en los que sólo tú puedes creer en ti. Dicen que 'el éxito consiste en levantarte cada vez que caes' y así tiene que ser hasta el final de mi carrera.

¿Pensó que su etapa en Valencia tocaba a su fin?

Sí que lo llegué a pensar porque lo que quería era jugar minutos y pensaba que lo podía hacer, pero son decisiones que se tienen que aceptar. No siempre va a ir todo de cara, hay dificultades en el trayecto y hay que superarlas.Fue una época en la que apenas se contaba conmigo, pero yo seguí entrenando al máximo. Es algo que me afectó, como es lógico, pero no me hundí ni mucho menos. Seguí trabajando e intentando demostrar que podía jugar. Esa es la actitud para llegar a tener oportunidades.

Y de repente llega el Valencia Basket de los récords, y con él su mejor versión en la pista…

Es complicado también estar siempre a un nivel alto. Si has demostrado que puedes estar la gente espera siempre que estés en ese nivel. Tú lo intentas y a veces sale bien y a veces no. Lo importante es tu constancia , que creas en tí y que sigas luchando. Este año se me dio mucha confianza desde el inicio y creo que lo he aprovechado.

Creo que viendo su temporada hay pocas dudas…

A todo el mundo le gusta hacer las cosas bien. Pero prefiero el éxito como grupo, las metas individuales quedan en un segundo plano y por eso intento ayudar en todo lo posible. Ya sea en cosas del juego, del día a día...y que el resultado sea de equipo. Nuestros resultados en la ACB se basan mucho en eso, cada día brilla uno pero ante todo hemos demostrado que somos un equipo con letras mayúsculas en el que todo el mundo tiene su momento y puede disfrutar.

Sí, sí, pero no se desvíe. Usted acaba contrato el 30 de junio y vuelve a ser una pieza muy apetecible en el mercado. ¿Lo sabe?

No tengo ningún problema con eso. El año pasado fue como fue, y este año es diferente. Acabo contrato y no sé qué pasará, pero no es algo que me preocupe en exceso ahora mismo. Llevo ocho años aquí, hemos conseguido que la gente se enganche al baloncesto entre todos y eso es lo más importante.

¿Pero le ha llegado ya algún interés desde fuera?

No, pero tampoco estoy pendiente de eso.

¿Y del Valencia Basket?

Tampoco. Nada en concreto, supongo que tendrán otros temas que tratar antes que el mío. No se ha hablado de nada hasta ahora.

Bueno, también está acostumbrado a que todo se resuelva en pleno verano ¿no?

Sí, en mi caso fue así en la segunda ocasión en que tuve que renovar. No se sabía en el club cual era la estructura que iba a haber y también es normal que entonces no se renovasen jugadores o entrenadores sin tenerlo claro. Son cosas de cada club, que esperan o no esperan.

¿Y usted que preferiría?

Ahora mismo no me preocupa el futuro, la verdad. Cuando tenía 25 o 26 años era diferente porque tienes un plan de futuro y quieres dar los pasos adecuados y correctos para tener una buena carrera. Pero ahora mismo ya no es así.

¿Pero le gustaría seguir?

Indudablemente me gustaría renovar y continuar en el Valencia Basket, ocho años en la vida de un deportista es mucho tiempo. He vivido muchas cosas, estoy cómodo aquí, feliz, mi mujer también y está claro que me gustaría quedarme.

Entonces me da que no habrá mucha negociación de por medio cuando le llegue la oferta del club…

No creo que lo tuviera que pensar mucho, pero nunca se sabe. Depende de qué tipo de oferta sea y que se me ofrezca, todo hay que estudiarlo. Una cosa es que me guste mucho estar aquí y otra a nivel profesional que es lo que el club me puede ofrecer. Pero bueno, ya se verá. No creo que vaya a ser difícil convencerme si quieren que siga pero depende más del club que de mí, de como me valoren.

Por último, hablemos un poco del equipo. Más allá de la trayectoria de este año, lo que está demostrando este grupo es tener mucha personalidad. ¿No sé si coincide con eso?

El equipo ha creado una ilusión y por algo será. Se ha jugado un gran baloncesto a nivel colectivo, todos estamos disfrutando pese a las decepciones de la Eurocup y la Copa. Pero el día a día es muy bueno, nos hemos levantado y hemos superado un mal momento.

Y las lesiones. ¿Qué ocurre que nunca logran estar todos bien?

Es el precio de estar arriba y la exigencia del día a día. Además, hemos tenido muy mala suerte ahí. Ahora hay que recuperar a la gente, cuidarlos y mimarlos, pero aún con bajas el equipo siempre ha dado la cara.

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