Un desconcertante Valencia Basket encadenó su tercera derrota de los últimos cuatro partidos en La Fonteta Valencia Basket y, además, ofreciendo su peor imagen de la temporada ante un rival que acumulaba ocho derrotas seguidas lejos de su pista. Con un juego paupérrimo, y muy pocas soluciones en ambas partes de la pista, los locales siempre fueron a remolque y nunca dieron la sensación de poder cambiar la inercia de un choque dominado de principio a fin por el Baloncesto Sevilla. Tanto es así que esa falta de solidez y pegada en los momentos importantes acabó por desesperar a una Fonteta que despidió con pitos al equipo.

El Valencia Basket apenas aguantó la toma de contacto inicial a un Baloncesto Sevilla mucho más sólido durante todo el choque. El equipo dirigido por Luis Casimiro demostró sobre la pista el porqué de sus últimas victorias ante equipos como el Herbalife Gran Canaria o el Laboral Kutxa con un planteamiento que casi deja KO a los locales ya antes del descanso. Nachbar, con tres asistencias y una canasta de dos puntos, fue el primero en abrir las hostilidades disparando a los andaluces el marcador (7-15; min. 6).

Fue el primer aviso ya que los del San Pablo ya no volvieron a ir nunca por detrás en el electrónico. Y no sería porque Pedro Martínez no lo intentó todo desde el banquillo. De hecho, ahí mismo ya solicitó su primer tiempo muerto en busca de soluciones que hicieran reaccionar a su equipo. Vives entró por Diot pero el cambio en la dirección no surtió el efecto deseado. Es más la desventaja todavía se disparó hasta los 11 puntos en este cuarto inicial (9-20; min. 8).

En ese mismo instante, y casi a la desesperada, el preparador catalán decidió dar entrada a Bojan Dubljevic. El pívot montenegrino regresaba a las canchas después de más de cuatro semanas de baja por una tendinitis en el tobillo izquierdo pero, lo cierto, es que apenas acusó la inactividad. Su talento y calidad dentro de la pintura fue clave para que el Valencia Basket cerrara el cuarto 'sólo' cuatro puntos abajo (18-22; min. 10).

Parecía que los taronja podían por fin meterse en el partido y darle la vuelta a la situación, pero nada más lejos de la realidad. Al igual que el día del Estudiantes, el equipo continuó comentiendo muchos errores en ataque que fueron aprovechados por su rival para volver a instaurar la máxima en el luminoso (22-33; min. 13). El Valencia Basket hacía la goma, trataba de acercarse pero sin la suficiente solvencia en su juego como para hacer pensar todavía en la remontada.

Pedro Martínez seguía tirando de rotaciones con el objetivo de, por un lado frenar a Bamforth y Balvin, grandes referentes del Baloncesto Sevilla en la primera parte, y por otro que el equipo encontrara la clarividencia suficiente como para encarar con mayores garantías el aro andaluz. Pero ni por esas. Y no sería porque La Fonteta no puso presión desde la grada a los árbitros tras algunas faltas más que discutibles aunque no tuvieron nada que ver con el mal juego taronja. Esa presión extra, de hecho, tampoco cambió las sensaciones mostradas por el Valencia Basket antes de un descanso al que los locales se marcharon siete abajo (37-44; min. 20).

Del mal, el menos después de lo visto en los primeros veinte minutos. La desventaja, en absoluto insalvable, daba opciones a los valencianos tras la reanudación. El primer, y casi único paso, fue tratar de imprimirle una marcha más al encuentro tratando de mermar las fuerzas de su rival. Pero los de Casimiro, también muy intensos y con sus líneas muy adelantadas, aguantaron el tipo sin demasiadas dificultades. Justo ahí fueron varias las oportunidades que tuvieron los valencianos para bajar de los cinco puntos de desventaja, pero fallaron un ataque tras otro hasta que Bamforth, desde el 6,75, y Balvin volvieron a estirar la renta hasta los diez puntos (51-61; min. 28).

El partido se ponía cada vez más peligroso, en un calco de lo sucedido hace exactamente dos semanas. El cúmulo de despropósitos, ya con los nervios a flor de piel, iba en aumento, lo que terminó de contocircuitar a los taronja en el cuarto. Afortunadamente un robo in extremis de Jon Stefansson forzó un dos más uno casi sobre la bocina que redujo ligeramente la brecha antes de llegar al último cuarto (57-64; min. 30).

Aún así, la tenor de las sensaciones de uno y otro equipo sobre la cancha, la cosa no pintaba nada bien. Y más tras dos acciones de dos más uno consecutivos en los dos primeros ataques del Baloncesto Sevilla que acabaron de matar anímicamente a los locales (57-70; min. 31). La frustración en el equipo era máxima, incapaz de dar un paso adelante para meterse en el encuentro y competirlo, cuanto menos, hasta el final. Pero no hubo opción. El naufragio fue total en los últimos minutos (62-78; min. 34).

Ahí acabó todo. El desacierto de Diot en el tramo final convirtió en un espejismo las dos canastas de San Emeterio que acercaron a siete a los taronja a falta de dos minutos (77-84). No hubo tiempo para intentar mucho más, salvo para que la afición mostrara su disgusto con el equipo al final del choque.

Ficha técnica:

82 - Valencia Basket (18+19+20+25): Diot (8), Rafa Martínez (11), Lucic (-), Sikma (4), Hamilton (16) -cinco titular- Stefansson (5), Sato (2), Dubljevic (11), Vives (7), San Emeterio (15), Shurna (3).

92 - Baloncesto Sevilla (22+22+20+28): Hakanson (11), Bamforth (16), Berni Rodríguez (8), Nachbar (6), Balvin (14) -cinco titular- Sánchez (9), Miljenovic (8), Oriola (6), Henton (5) y Jordan (9).

Árbitros: Arteaga, Sánchez Monserrat y Sánchez. Eliminaron por faltas personales a los locales Vives (m.34) y a los visitantes Jordan (m.35).

Incidencias: partido correspondiente a la vigésimo sexta jornada de la fase regular de la Liga ACB disputado en el pabellón de la Fuente de San Luis ante 7.800 espectadores.

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