El partido del pasado domingo ante el Baloncesto Sevilla dejó patente una vez más uno de los problemas que arrastra el Valencia Basket a lo largo de la temporada y que se concentra en la posición del ‘3’, donde solo San Emeterio está respondiendo al nivel que de él se esperaba cuando fichó el pasado verano por el Valencia Basket.

El cántabro es el único alero que se ha ganado la confianza plena de Pedro Martínez, ya que Lucic y Sato siguen muy por debajo de su mejor nivel, hasta el punto de que entre los dos solo estuvieron 15 minutos sobre la pista, por los casi 25 de San Emeterio.

El internacional español, además, fue el mejor del partido con 15 puntos y 13 de valoración, mientras el serbio se quedó sin sumar y con -1 de valoración y el centroafricano solo anotó una canasta. Unos números que no son un hecho aislado y que han tenido también su claro reflejo a lo largo de la temporada, hasta el punto de que no solo les supera en todas las estadísticas del juego, sino que en algunas de ellas les duplica, sumando más puntos o valoración que los de Sato y Lucic juntos.

Una situación que obliga a Sato y a Lucic a reaccionar y más si quieren tener alguna opción de seguir vistiendo la camiseta taronja la próxima temporada, ya que acaban contrato y, salvo cambio radical en lo que resta de temporada, tienen pie y medio fuera del club.

De hecho, se trata de dos de los jugadores de la primera plantilla que menos minutos han sumado de media desde la llegada de Pedro Martínez al banquillo, solo por encima de Jon Stefansson y de Jordi Trias. Sato, además, es el que más ha entrado en rotaciones de los tres, siendo un habitual en el banquillo en partidos en los que el técnico catalán tenía a todos sus aleros disponibles y cuando dosificaba especialmente al centroafricano en semanas de dos partidos por competición europea.

San Emeterio, sin embargo, tiene al menos un año más asegurado en La Fonteta, ya que firmó por dos temporadas y está respondiendo cuando las lesiones o molestias físicas se lo permiten. Suma 22 minutos de media por los 15 de Lucic y Sato, con 9,4 puntos por partido, más del doble de los 4,5 del serbio y de los 3,4 del centroafricano.

El cántabro mejora también todos los porcentajes de tiro de sus compañeros de posición, además de sumar más rebotes, asistencias y recuperaciones. Unos números que se reflejan, sobre todo, en la mejor valoración suya (11,3) respecto a las de Lucic (4,2) y Sato (3,2). Además, solo Justin Hamilton y Bojan Dubljevic le superan en valoración en la plantilla.