El Valencia Basket se ha quedado al borde del KO en las semifinales de la Liga Endesa después de caer por segunda vez en el Barclaycard Center ante un Real Madrid que dominó mejor los detalles y supo golpear con autoridad en los momentos clave. Los taronja, ahora, están obligados a ganar sus dos partidos en La Fonteta (martes y jueves) si quieren regresar a la capital de España el próximo sábado para jugarse el pase a la final en el quinto encuentro.

No entraron bien al partido los valencianos, sobre todo en ataque, donde todavía se vislumbraba la inseguridad del primer encuentro. Gustavo Ayón lo aprovechó para castigar y hacer daño en la pintura taronja. Golpes a los que no pudo responder Hamilton, muy errático bajo el aro madridista pese a su buen trabajo en el choque. Pedro Martínez echó mano entonces de Bojan Dubljevic y de las primeras rotaciones, pero el equipo siguió sin reaccionar. La falta de acierto en este primer cuarto (4/17 en tiros de campo) y varias pérdidas eran un lastre demasiado pesado que había que subsanar cuanto antes para tener opciones de victoria (21-10; min. 11).

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Por si fuera poco, en una acción fortuita Rafa Martínez se hizo daño en la muñeca izquierda y tuvo que retirarse al banquillo (luego volvería al choque). Stefansson entró en su lugar y el equipo, lejos de descomponerse, dio un paso adelante. La metamorfosis empezó con un primer triple de Shurna, al que luego se sumaron Vives, San Emeterio o el propio Stefansson. Los fantasmas en el tiro exterior desaparecieron (6/7 en triples en el segundo acto) y el Valencia Basket volvió a creer en sí mismo y en su juego. El Real Madrid, ahora desconcertado, acusó el golpe.

El parcial de 9-21ponía nuevamente a los taronja por delante tras muchos minutos y Laso se vio obligado a parar el encuentro. Pero el Valencia Basket estaba lanzado y Diot, con dos triples consecutivos y una asistencia a Lucic, puso la máxima para los de La Fonteta (36-39; min. 19). Sin embargo, dos malas decisiones ofensivas y un afortunado triple sobre la bocina de Doncic, en cuyo duelo con Sato saltaron chispas, le dio la delantera en el marcador a los locales al descanso (41-39; min. 20).

Pero el Valencia Basket ni se inmutó. Tras el paso por los vestuarios entraron mejor los de Pedro Martínez, moviendo mejor el balón que su rival y haciéndoles sufrir en defensa (46-50; min. 24). La diferente vara de medir debajo de cada aro se hizo entonces más evidente, lo que permitió a los locales volver a coger aire de la mano de un inspirado Llull (52-50; min. 27). El banquillo taronja, por momentos, no daba crédito a las decisiones del trio arbitral liderado por Martín Bertrán (árbitro principal, por cierto, también en aquel choque del play-off del año pasado presidido por el 'caso Slaughter'). Aún así, el equipo no se desvió de su hoja de ruta y logró llegar al último acto un punto arriba (62-63; min. 30).

Cuarto que arrancó con un parcial de 5-0 para el Real Madrid (67-63; min. 31), al que de la mano de un gran Vladimir Lucic no tardaría en responder el conjunto taronja (67-66; min. 32). Ahí, sin embargo, llegó uno de los momentos clave del encuentro. Lucic dispuso de dos tiros libres para poner por delante a los de La Fonteta, erró los dos y Hamilton, que capturó el rebote, regaló el balón a Llull. El resultado fue otro parcial de 5-0 (72-66; min. 32) que obligó a Pedro Martínez a pedir tiempo muerto.

El Valencia Basket logró serenar su juego pero, los errores desde el tiro libre con un rival en bonus durante muchos minutos, impidieron acercarse en el electrónico pese a que el esfuerzo de los taronja llegó a ponerles a tres puntos a falta de tres minutos (83-80; min. 37). El intercambio de canastas se convirtió en una constante y ahí es cuando emergió nuevamente la figura de Sergio Lull para decantar definitivamente la balanza en el tramo final.