El Valencia Basket supo adaptarse a las circunstancias y salir airoso de un envite muy complicado en Jerusalén. La victoria, dedicada por el equipo al capitán, Rafa Martínez, que se quedó en Valencia tras ser padre por primera vez la madrugada del lunes, permite a los taronja mantener y casi asegurar el liderato del grupo D en esta primera fase.

Impecable puesta en escena del Valencia Basket que, tras aguantar el intercambio de golpes en una primera toma de contacto, poco a poco empezó a adueñarse del partido (11-12; min. 6). Y lo hizo desde una sólida defensa que maniató casi por completo a su rival. El Hapoel Jerusalén se encontraba cada vez más incómodo en la pista, incapaz de encontrar un camino seguro hacia el aro taronja. Jerrells y Dyson ni siquiera tenían opción, y eso lo aprovechó el conjunto de Pedro Martínez para instaurar sus primeras rentas en el electrónico. Lástima, eso sí, que los porcentajes de tiro no fueran demasiado buenos ya que la brecha podría haberse disparado de forma muy importante.

Viendo lo que podía suceder, Simone Panigiani tuvo que parar el choque para intentar hacer reaccionar a sus hombres. Pero ni por esas. El Valencia Basket puso la directa y, con un parcial de 0-10, se plantó en el segundo cuarto once puntos arriba (11-22; min. 11). Tuvo que ser un ex taronja, Travis Peterson, el que pusiera algo de incertidumbre en el luminoso tras anotar dos triples casi consecutivos (19-24; min. 22). Todo quedó ahí ya que lo mejor de los taronja estaba por venir. La sombra de Kravtsov iba haciéndose cada vez más alargada en la pintura y eso facilitó que los valencianos continuaran poniendo tierra de por medio. El resultado fue un parcial de 2-12 que empezaba a decantar ya la balanza (21-36; min. 16).

La renta todavía iría un poco más allá, hasta los 18 puntos, poco antes de llegar al descanso (26-44; min. 18). El Valencia Basket era el gran dominador del choque y nada parecía que pudiera romper esa hegemonía. Sin embargo, un breve instante de duda fue suficiente para que el conjunto israelí volviera a ver algo de luz antes de la segunda parte después de un parcial de 7- 0 (33-44; min. 20).

La decoración, desgraciadamente, cambió por completo tras el paso por los vestuarios. Con Stoudemire en el banquillo, las canastas iniciales de Kravtsov y San Emeterio parecía que podían volver a abrir el hueco (33-48; min. 21). Sin embargo, Panigiani sabían muy bien lo que quería. Quería correr y en estático jugar con su equipo abierto para bien tirar o bien penetrar. A los taronja les pilló por sorpersa. Algo a lo que se sumó el colapso ofensivo del Valencia Basket. La consecuencia directa fue un parcial de 12-0 que puso el choque en un puño (45-48; min.24).

Sato rompió el parcial con un lanzamiento lejano, pero la inercia del encuentro continuaba siendo de lo más negativa para el Valencia Basket. Y más cuando Jerrells, que apareció en la fiesta junto a Dyson en esta segunda mitad, culminó la remontada local (56-54; min. 28). Los papeles, casi como si se tratase de una función distinta, se habían intercambiado. La preocupación en el banquillo valenciano era máxima ya que, de prolongarse mucho más tiempo esta situación, podría resultar fatal (60-57; min. 30).

Pero el Valencia Basket no iba a arrojar la toalla tan facilmente. La pájara, afortunadamente, quedó en el olvido con el arranque del último cuarto. De nuevo desde la defensa, los taronja volvieron a hacerse fuertes recuperando la esencia de los dos primeros cuartos. Eso les daría la vida en este tramo final liderados por San Emeterio, que no dudó en asumir la responsabilidad cuando fue necesario (72-77; min. 37). El partido estaba ya muy de cara pero había que rematarlo. Sastre, con un triple, dejó la victoria mucho más cerca (76-80; min. 38). Luego el Valencia Basket tuvo dos posesiones más para sentenciar el encuentro, pero se tradujeron en pérdidas que dieron alas al Hapoel. Y más tras el triple de Dyson a falta de 47 segundos (79-80).

El tramo final no fue apto para cardíacos. Dyson perdió la bola en la jugada siguiente y Diot, tras ser objeto de falta, dejó el marcador dos arriba para los valencianos tras errar un tiro libre a falta de 12 segundos del final (79-81). Pero la jugada planeada por Panigiani quedó en nada tras robar Will Thomas el balón y ser objeto de falta. El norteamericano anotó los dos tiros a falta de nueve segundos del final (79-83). Poco después de sacar de banda Sastre cometía falta sobre Dyson (81-(83). Restaban seis segundos. Luego, falta de Timor sobre Diot (81-85) con cinco segundos por jugar. Acto seguido, balón a Dyson y triple estratosférico a tabla que alargó aún más la duda a falta de 1.9 para el final (84-85). Sacaba el Valencia Basket de banda y enseguida hubo falta sobre Sastre. El mallorquín anotó el primero y, con sólo cinco décimas por jugarse, tiró a fallar el segundo. Sólo ahí, por fin, el Valencia Basket pudo respirar tranquilo.