Un movimiento es el que le falta al Valencia Basket para terminar de cerrar su plantilla. Y es que tras las recientes contrataciones de los norteamericanos Latavious Williams y Erick Green únicamente resta fichar un pívot para completar el próximo proyecto. Pívot que además no puede ser extracomunitario debido precisamente a estas dos últimas incorporaciones.

El mercado, por tanto, es mucho más reducido y ahí es donde entra en escena la posible opción de Arturas Gudaitis. Un jugador al que el Valencia Basket le tiene echado el ojo desde hace mucho tiempo (la temporada pasada ya se especuló incluso con la posibilidad de que pudiera fichar por los de La Fonteta) y que supondría el complemento ideal al juego de hombres como Bojan Dubljevic o el mismo Latavious Williams.

El pívot lituano, de 24 años y 2,08 metros, destaca por su intensidad y coraje en la pista, además de por tener una muy buena movilidad y coordinación pese a su altura. Es un jugador contundente, buen finalizador y que, como único pero está que sus porcentajes no son demasiado buenos desde el tiro libre. Aún así, hoy por hoy es una de las mejores opciones que podría ofrecer el mercado. Y decimos "podría" porque todo depende de que pueda salir finalmente del Lietuvos Rytas, equipo con el que le resta todavía una temporada más de contrato.

Pero el jugador no quiere seguir allí, y más tras comprobar el creciente interés de equipos de Euroliga por hacerse con sus servicios. Es por este motivo que el pasado viernes decidió hacer pública la situación y mostrar abiertamente su intención de dejar el club.

"No quiero especular demasiado pero el comportamiento del club no ha sido el adecuado. Han habido propuestas y el Lietuvos las ha rechazado todas aún sabiendo cual es mi opinión", se lamentaba el jugador nacido en Klaipeda y al que el técnico Rimas Kurtinaitis considera básico en su proyecto.

Seleccionado en la segunda ronda del draft de la NBA en 2015 en el puesto número 47 por los Philadelphia 76ers, ese mismo año Gudaitis fichó por el Lietuvos Rytas tras empezar a destacar ya en las filas del Zalgiris Kaunas. Es en este equipo donde ha terminado de mostrar todo su potencial, promediando esta última temporada 11,4 puntos, 6,6 rebotes y 16 de valoración en la competición doméstica, y convirtiéndose en una de las sensaciones de la última Eurocup gracias a una media de 13,2 puntos, 8,3 rebotes y 19 de valoración por encuentro. Es precisamente por esto que el Lietuvos Rytas se muestra tan reticente a dejarle marchar.