El Valencia Basket puso la guinda a su juego interior de cara a la temporada 2017/18 con el fichaje de Tibor Pleiss. El pívot alemán era la última pieza que faltaba en la pintura taronja y su perfil es el que más se ajustaba a las necesidades del plantel de Txus Vidorreta. Y es que, por si algo destaca el nuevo jugador de La Fonteta, es por su altura y envergadura, con 2,18 y unos enormes brazos que le hicieron ganarse un apodo desde bien joven en Alemania: ´El Pulpo´.

Nacido el 2 de noviembre de 1989 en Bergisch Gladbach, Tibor Pleiss tuvo bien claro desde pequeño que, por su desorbitada altura, iba a tener futuro en el baloncesto. Así lo vieron también los ´scouts´ alemanes, y con 17 años ya estaba jugando en la primera división teutona con el Colonia. Allí pasó tres años en los que pulió su juego, antes de ser fichado por el mejor equipo alemán, el Brose Baskets, con el que ganó tres ligas y tres copas en otras tres temporadas.

Su buen papel en Alemania llamó la atención del Baskonia, que lo fichó en 2012. En la ACB continuó su progresión y demostró que podía ser un pívot dominante en Europa, momento en el que el Barcelona, tras dos temporadas en Vitoria, se hizo con sus servicios. En ´Can Barça´ vivió su peor temporada, sin ser protagonista, pero aún así al final del curso firmó por los Utah Jazz de la NBA.

Había sido drafteado en 2010 por los Nets y traspasados sus derechos a los Thunder ese mismo día, pero terminaría firmando un contrato con unos Jazz en reconstrucción, en los que no llegó nunca a encontrar su sitio. Su paso por América fue efímero -una temporada- y poco productivo -12 partidos en total en la NBA más un paso por la D-League-, por lo que la pasada temporada regresó a Europa. En el Galatasaray tuvo un papel importante, más en el campeonato turco que en la Euroliga, donde pese a jugar solo 17 minutos de media por partido, fue capaz de terminar con estadísticas más que decentes. Ahora, regresa a España con la intención de recuperar el nivel de Baskonia, el mejor que ha mostrado en su carrera.

Pleiss, haciendo honor a su apodo de ´El Pulpo´, aportará al Valencia Basket presencia interior gracias a su físico y a unos brazos que, extendidos, parecen interminables. En ataque, su mayor virtud es la capacidad para conseguir puntos fáciles a través de rebotes ofensivos, palmeos cerca del aro o tras recibir pases doblados por compañeros debajo de canasta. No rehuye el juego en el poste si tiene ventaja con el defensor y puede buscar un tiro de media distancia, aunque esta no es su mejor virtud. En defensa, es un seguro en el rebote defensivo y, aunque padece algo en velocidad contra jugadores más pequeños, lo corrije con esos interminables brazos que le permiten ir al tapón cuando otros ni se lo pensarían.

Su rol en el equipo de Txus Vidorreta puede llevarle, perfectamente, a ser el pívot titular del equipo. Esto no significa que vaya a ser el que más minutos juegue, pero puede entrar de inicio para desgastar al pívot titular rival y allanar el camino a un Bojan Dubljevic que seguirá siendo la referencia interior ofensiva taronja, pero que ha demostrado que saliendo de suplente es capaz de rendir incluso mejor que como titular.

Lo que es seguro es que Pleiss viene a cumplir ese papel de pívot grande y alto que la pasada temporada desarrollaron primero John Bryant -por muy poco tiempo- y luego Slava Kravtsov y Mike Tobey, que tuvieron un rol importante en algunos momentos, sobre todo el ucraniano, pero que no mostraron lo suficiente como para ganarse la renovación. Pleiss es capaz de ofrecer la capacidad de intimidación del mejor Kravtsov, pero es mucho más determinante que el ucraniano, en ambos lados de la cancha. Por eso, su llegada a La Fonteta debe verse como una clara mejoría en el puesto de pívot, donde junto a Dubljevic y Latavious Williams forma un trío de auténtico lujo.