El Valencia Basket continúa peinando el mercado y planificando el próximo proyecto. Y no es fácil. El título de la Liga Endesa Liga Endesa y el regreso a la Euroliga obligan a subir el nivel y, por tanto, a hilar muy fino en la confección de la plantilla. Tanto que. pese a las limitaciones del presupuesto, los taronja no están dispuestos a renunciar de antemano a los mejores jugadores que ofrece el mercado tras la salida de hombres como Sam Van Rossom, Luke Sikma o Viacheslav Kravtsov, al margen de Mike Tobey.

En este sentido, SUPER ha podido confirmar que uno de los grandes objetivos para apuntalar el perímetro de cara a la próxima temporada es Erick Green. El base-escolta norteamericano, de 26 años y 1,90 metros, concluyó su contrato con el Olympiacos el pasado 30 de junio tras promediar en la Euroliga 9,9 puntos, 1,9 rebotes, 0,9 asistencias y 8 de valoración.

Se trata de un jugador codiaciado en el mercado y equipos como el Panathinaikos ya han mostrado también interés en hacerse con sus servicios. La competencia a la hora de firmarle, sin embargo, no es el único obstáculo con el que se está encontrando el Valencia Basket. Otro muy importante es su alta ficha -900.000 euros netos está última campaña- y que, de no verse reducida, sería inasumible por la entidad taronja.

Algo parecido sucede con James Agustine, que hace pocas horas fue cortado por el CSKA Moscú. El pívot norteamericano gusta mucho a Chechu Mulero, director deportivo taronja, que ya intentó ficharle el pasado verano y que ahora, tras quedar de nuevo libre, volverá a tener una nueva oportunidad.

En este caso, y pese a que cuenta con ofertas más tentadoras en lo económico, se jugarán otras bazas para intentar convencerle. El de Illinois está casado con una valenciana (Elena) y es padre de dos niñas, por lo que mantiene unos lazos estrechos con una ciudad y un club que no olvida pese a que, debido a las circunstancias, sólo pudo jugar una campaña como taronja (2010/11). «Me encanta el Valencia Basket y también la ciudad. Tengo muchos amigos y conocidos aquí con los que mantengo contacto. El año que jugué aquí no fue muy bueno por las lesiones, pero tuve tiempo para poder disfrutar de la ciudad y por eso vuelvo cada año», apuntó el pasado verano a SUPER el jugador, de 33 años y 2,08 metros.

«La ciudad es casi como mi casa. Mi familia vive aquí, así que sería bonito poder volver», subrayó entonces. Pero en ese momento la ´millonaria´ oferta del CSKA, e incluso la propuesta de renovación que tenía del Khimki -otro de los equipos que pujará por él-, lo impidieron. Augustine ha promediado 6 puntos, 4,5 rebotes y 8,5 de valoración en 34 partidos de Euroliga y 6,7 puntos, 4,4 rebotes y 10,1 de valoración en la VTB League, competición de la que se proclamó campeón esta última temporada.