Este Valencia Basket Valencia Basketes de otro planeta. El conjunto taronja jugará su cuarta final de manera consecutiva, tras las de Copa del Rey, Eurocup y Liga Endesa de la temporada pasada; y lo hará tras derrotar ayer a Unicaja en la primera semifinal de la Supercopa. El cuadro de Txus Vidorreta, que se medirá en la final al Gran Canaria, demostró que la pretemporada había sido un espejismo y enseñó una cara muy similar a la que la temporada pasada le hizo alcanzar la gloria, con un buen juego colectivo en ataque, pero sobre todo con una defensa asfixiante, especialmente en los últimos minutos del último cuarto.

Pese a que muchos podían pensar que para el campeón de Liga, un torneo como la Supercopa, y más en las circunstancias en las que llegaba el Valencia Basket, era un trofeo menor, ayer quedó demostrado que estaban equivocados. El conjunto taronja demostró hambre desde el primer minuto y casi barrió de la pista a Unicaja en la primera mitad, aunque un mal tercer cuarto le obligó a un último esfuerzo final, con el que desde la defensa terminó sentenciando su pase a la gran final de esta tarde (19:30).

Sin duda, el mejor estreno posible para el nuevo entrenador taronja, Txus Vidorreta, que seguramente llegaba al encuentro tras haber vivido la pretemporada más bizarra de toda su carrera como entrenador. Y es que lo que consiguió el Valencia Basket ayer tiene mérito doble si se tienen en cuenta las circunstancias en las que el equipo llegó al partido. Con seis jugadores internacionales disputando el Eurobasket, Vidorreta ha tenido que hacer casi la totalidad de la pretemporada solo con media plantilla, y gran parte de ella eran fichajes que no estaban el curso pasado y que por tanto debían aprender de cero los sistemas. Los internacionales apenas regresaron la semana pasada y solo tuvieron dos días para entrenarse, además de los numerosos problemas físicos que apartaron a Latavious Williams y a Abalde del partido, y que tenían mermados a Dubljevic y Diot.

Sabiendo esto, el mérito de lo conseguido ayer por el Valencia Basket es doble. O triple si se tienen en cuenta las circunstancias en las que llegaba Unicaja, completamente opuestas. Con toda su plantilla disponible, teniendo que hacer incluso descartes técnicos, y tras una pretemporada en la que Joan Plaza había podido contar con todos sus jugadores para preparar específicamente esta primera competición del curso. Pues con todo eso, Unicaja no fue capaz de imponerse a un Valencia Basket que empieza el año como lo terminó, ganando.

Ahora, la ambición del cuadro taronja le lleva a pelear por un nuevo título, el que sería el sexto en sus vitrinas de ganar hoy en la final al Gran Canaria. Una empresa que no será nada fácil, pues el conjunto isleño juega ante su público, que le llevó en volandas anoche a conseguir la victoria en la otra semifinal ante un Real Madrid igual de mermado que el Valencia Basket tras una pretemporada cargada de contratiempos. El Herbalife, por tanto, dará todo por sumar también un nuevo título en su palmarés, con el aliciente además de poder hacerlo delante de su público. Como cada temporada, el equipo que entrena Luis Casimiro ha sabido reinventarse tras las salidas de jugadores importantes durante el verano, y vuelve a ser un año más un equipo construido para pelear por acercarse lo máximo posible a los grandes del baloncesto español. En definitiva, una final muy igualada, con dos equipos hambrientos de títulos y que deparará el primer campeón del año.