El Valencia Basket no pudo romper su mala dinámica en la Euroliga y cosechó ante el Maccabi su séptima derrota consecutiva en el máximo torneo continental. Fue un encuentro en el que los valencianos compitieron bien y estuvieron muy cerca de su rival hasta los últimos minutos. Lo peor es que lo hicieron siempre a remolque durante toda la segunda parte, circunstancia que se vio elevada a su máxima expresión en los últimos tres minutos. Pese a ello el equipo lo dio todo y Erick Green tuvo el último tiro para forzar la prórroga con una posesión de 14 segundos. No se atacó bien y, en un lanzamiento muy forzado, el norteamericano acabó fallando.

Arrancó como un ciclón el Valencia Basket desde el 6,75 con 4/4 en triples, lo que le dio la oportunidad de instaurar las primeras rentas en el electrónico (10-14, min. 4). A Neven Spahija no lo gustaba nada lo que estaba viendo y, tras parar el encuentro, su equipo elevó la intensidad defensiva y empezó a meter más balones en la pintura para Parakhouski. El pívot bielorruso hizo mucho daño en esos minutos ante un rival que compensó sus problemas defensivos con las buenas lecturas ofensivas (ninguna pérdida en toda la primera mitad).

Txus Vidorreta apostó por Hlinason para dar descanso a Pleiss y el islandés, pese a estar todavía muy verde en algunas facetas, demostró que su pogresión marcha a pasos agigantados. Las rotaciones, sin embargo, le sentaron mejor al Maccabi. De la mano de Cole, Tyus, Thomas o Dibartolomeo el cuadro local recuperó solidez y sensaciones. Pese a ello, sólo una técnica a Vidorreta al final del cuarto les permitió acabar por delante en el marcador (25-21; min. 10).

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Maccabi - Valencia Basket, en imágenes

Mejoró ligeramente la defensa en el segundo cuarto, aunque los problemas en el rebote y los errores desde el tiro libre (6/10) condicionaron la remontada antes de llegar al descanso. Y eso que a falta de dos segundos se había conseguido tras un parcial de 19-25. Sin embargo, un error defensivo permitió a Parakhousi equilibrar la balanza dejando una sensación agridulce en el bando taronja tras unos muy buenos minutos (46-46; min. 20). Gran parte de culpa la tuvieron Guillem Vives y Erick Green, con una aportación sobresaliente para el equipo.

La salida tras el paso por los vestuarios, sin embargo, hizo temer lo peor. El Valencia Basket se atascó en ataque y, con una facilidad desconcertante, el cuadro israelí se colocó con su máxima ventaja en el encuentro tras un parcial de 11-2 (57-48, min. 23). Momento crítico, y momento para San Emeterio, que no lo dudó un instante a la hora de acudir al rescate. Liderados por el alero cántabro, poco a poco los de La Fonteta volvieron al partido (69-65; min. 30). Y lo hicieron desde el rigor defensivo, algo que de cara al último acto los taronja debían tatuarse a fuego para cumplirlo a rajatabla.

Pero una vez más la entrada no fue buena y el equipo de Spahija lo aprovechó para ponerse ocho puntos arriba en menos de un minuto (73-65; min. 31). Tocaba volver a remar, y hacerlo sobre todo desde atrás. Lo intentó el Valencia Basket, es algo que no se le puede negar (79-77; min. 36), pero no llegó. Sobre todo cuando a falta de 1:25 iba cayendo de nueve puntos (88-79). Tirar más triples que buscar la canasta de dos puntos es también lo que tiene cuando no aciertas. Sin embargo en ese tramo final, y tras varias buenas defensas, sí entraron. Algo que, tras un parcial de 4-12 dio la opción de forzar la prórroga a falta de 14 segundos. Sin embargo, tras el fallo de Green en el triple, se acabó muriendo en la orilla.