Novena derrota consecutiva del Valencia Basket en la Euroliga, décima en el cómputo global, ante un Real Madrid muy mermado pero que siempre supo como jugar el partido en cada momento (91-72). Todo lo contrario que el equipo taronja, sin apenas argumentos en el terreno ofensivo más allá del triple y cuya imagen tras el descanso dejó mucho que desear. Preocupantes, sin duda, las diez derrotas pero, principalmente, la escasa capacidad competitiva ante un rival que llegaba muy justo de efectivos y que, además, perdió a Luka Doncic antes del descanso.

Intensa primera parte la disputada en el Wizink Center, con polémica incluida tras la expulsión de Luka Doncic del partido. No fue mala la puesta en escena del Valencia Basket, ensombrecida eso sí por algunos errores que permitieron anotar canastas fáciles a Causseur y Campazzo (8-11; min. 3).Losa pequeños detalles iban a ser claves y ahí los taronja no terminaron de estar del todo acertados, sobre todo con las pérdidas y a la hora de controlar el rebote. Eso permitió a los locales hacerse con el control del juego, y más con la entrada de Doncic para sellar con un triple su máxima renta al final del primer cuarto (24-18; min. 10).

Con el esloveno en pista el Real Madrid jugó más cómodo e incluso fue ampliando rentas. A los taronja les costaba mover el balón y anotar (27-19; min. 11), hasta que llegó la primera jugada polémica del encuentro. Un codazo de Doncic a Pleiss sancionado en primera instancia con antideportiva al alemán pero que, tras revisar la jugada, acabó en antideportiva a Doncic y técnica a Vidorreta por entrar en la pista. Era un aviso de lo que llegaría poco después.

Le costó al Valencia Basket pero poco a poco logró corregir errores y, con una buena defensa, empezar a recortar diferencias (30-33; min. 16). Fue en ese momento cuando, tras una clara falta en ataque sobre Doornekamp, Doncic acabó expulsado tras enzarzarse en una discusión con Guillem Vives. Tras abandonar la pista, el balcánico regresó de nuevo al árbitro y terminar marchándose de muy malas maneras dando patadas al túnel de vestuarios y protestando con rabia lo que consideraba una decisión injusta.

El Valencia Basket lo aprovechó para, tras un parcial de 0-9, volver a ponerse por delante en el luminoso después de muchos minutos (33-34; min. 17). Los nervios en la pista y en la grada estaban a flor de piel en un partido cada vez más caliente. Emergieron entonces Carroll y Dubljevic, excepcional en la primera parte con 15 puntos, para dejar el partido en un puño al descanso (43-41; min. 20).

La intensidad del choque no bajo un ápice tras el paso por los vestuarios. El intercambio de golpes era feroz hasta que el Valencia Basket, una vez más, cayó en el error de abusar del tiro exterior para responder a las mejores lecturas madridistas (62-56; min. 27). Txus Vidorreta no tuvo más remedio que pararlo para pedir a los suyos que intentarán jugar más por dentro y, sobre todo, elevaran el listón defensivo. Ahí había también ahora un agujero. Las sensaciones eran del todo menos buenas pero, aún así, el equipo logró llegar vivo al último cuarto tras una canasta de Van Rossom sobre la bocina (64-58; min. 30).

Las cosas no tardarían demasiado en complicarse todavía más tras una canasta de Reyes y otra de Thompkins (69-58; min. 31). Sería el principio del fin para los de La Fonteta, muy atascados de nuevo y sin ideas en ataque. Y más después de que Dubljevic cometiera su cuarta falta personal. Todo lo contrario que el equipo de Pablo Laso, que con el partido de cara era capaz de mover el balón con soltura y encontrar siempre la mejor opción (78-64; min. 34). El argumento taronja, por contra, era lanzar una y otra vez desde el 6,75… sin acierto. El equipo dejó de jugar y se fue literalmente del encuentro. Eso fue lo peor de todo antes de acabar cayendo por un claro 91-72.