El encuentro ante el Zalgiris Kaunas en La Fonteta no pudo tener peor comienzo. La culpa la tuvo una de las canastas, concretamente en la que estaba realizando el calentamiento el equipo lituano. Y es que a algo más de siete minutos del inicio del choque el marcador situado en la parte superior de la misma, el que marca el tiempo del cuarto y de la posesión de cada equipo, dejó de funcionar correctamente.

Los operarios del Valencia Basket se apresuraron a intentar conectar de nuevo los cables e solucionar el problema. Tras varios minutos, no fue posible. La solución de emergencia fue cambiar la canasta en su totalidad, circunstancia que retrasó el inicio del encuentro más de media hora. El contratiempo, por otra parte, acarreará una multa importante por parte de la Euroliga.