Uno es el capitán del equipo, y el otro como si lo fuera. Hablamos de Rafa Martínez y Sam Van Rossom. Dos de los grandes referentes del vestuario taronja y que, ante la plaga de lesiones que han asolado el equipo y la importante crisis de resultados que había en la Euroliga, decidieron echarse el equipo a la espalda y ‘tirar del carro’. Y no sólo con carácter, esfuerzo y sacrificio, sino también con acierto y un gran rendimiento en la pista.

Sólo es necesario echar un vistazo a los últimos cuatro encuentros disputados por el Valencia Basket para darse cuenta de que ambos han sido, con diferencia, los jugadores más destacados del equipo. No en vano, a sus 35 años el escolta de Santpedor promedia en estos encuentros 15,7 puntos, 2,2 rebotes y 3,5 asistencias para 16,7 créditos de valoración. Algo similar sucede con el belga, que una vez superadas sus molestias físicas y a pesar de un virus que le hizo jugar mermado alguno de estos encuentros está mostrando su mejor versión en lo que va de temporada. No en vano, el base se va hasta los 13,7 puntos, 3,5 rebotes, 6 asistencias y 19 de valoración.

«Seamos los que seamos este equipo nunca se rinde. Da igual las bajas que tengamos. Sabemos que es una situación complicada pero hay que luchar», comentaba Rafa Martínez. Su espíritu, es indudable, ha contagiado al resto de un equipo que no sólo ha elevado su nivel competitivo, sino también su confianza en el trabajo que se está realizando. «El equipo siempre ha tenido fe en el trabajo que tenía que hacer y hemos seguido la misma línea. Ahora mismo sabemos todos los problemas que tenemos con las lesiones, pero el equipo está dando el 120% de lo que puede y es lo que tenemos que hacer», confirmó Van Rossom, de 31 años.

Txus Vidorreta, que lleva muchos años en esto y que de tonto tiene bien poco, se ha dado cuenta de la situación y ha ratificado sus galones en forma de minutos. En parte motivado por la necesidad, es cierto, pero también por sus méritos en el día a día y su peso dentro del grupo. Las bajas de San Emeterio, Sastre, Diot o Vives, junto a los problemas físicos de Dubljevic y Greeen, han dejado al equipo huérfano de referentes. Un papel, que a día de hoy, han asumido con valentía Rafa Martínez y Van Rossom.

El primero cumple su décima temporada en el club, el segundo la quinta. Su implicación y compromiso van mucho más allá de lo profesional y ese es un valor que, en momentos tan complejos como el actual, no tiene precio. Por eso se decidió apostar de nuevo por Van Rossom al inicio de la temporada y por eso se decidió seguir contando con Rafa Martínez aún cuando, hace ya algunas temporadas, cierto entrenador recomendó ‘cortarle’. Todo un visionario. Y eso por no adentrarnos en el papel de ambos, junto a otros veteranos, fuera de la pista. Ahí su valor se dispara.