El Valencia Basket sigue soñando en la Euroliga después de certificar una heroica victoria ante el FC Barcelona por 81-76. Un encuentro en el que, a pesar de las seis bajas junto con la última de Sergi García, los taronja siempre estuvieron por delante en el electrónico mostrando unas grandes sensaciones. En esta ocasión la gasolina aguantó y La Fonteta agradeció el esfuerzo volcándose con su equipo de principio a fin. Una victoria importante en lo deportivo, pero sobre todo en lo anímico para certificar la mejoría demostrada por el equipo en las últimas semanas.

El Valencia Basket, al contrario de lo sucedido en los dos últimos encuentros de la Euroliga disputados en casa ante Panathinaikos y Fenerbahce, salió de inicio muy metido en el choque. La clave estuvo en la defensa. Esa que ya viene exhibiendo en los últimos partidos y que le está permitiendo competir siempre a pesar de las bajas e independientemente del rival. En este sentido, la superioridad taronja en el arranque fue total. Lástima, eso sí, que la fluidez ofensiva no acompañara por momentos el buen planteamiento realizado por el equipo (14-6; min. 6). De haber sido así, y aprovechar más de una contra, la renta podía haber sido incluso muy superior.

Sito Alonso lo sabía y paró el partido. Dio entrada a Heurtel, Sanders y sobre todo a un Navarro que fue clave para que el Barça se mantuviera vivo en el choque. Y es que las sensaciones en la pista eran las de un Valencia Basket dominador del juego y el electrónico. El marcador, eso sí, no terminaba de reflejar ese control de los locales sobre su rival (22-14; min. 10), que si se veía en la valoración estadística (31-9). Y eso, ante un equipo como el blaugrana, siempre es peligroso.

Así se demostró en el inicio del segundo cuarto, cuando los valencianos acusaron un poco el desgaste físico. El Barcelona lo aprovechó para, con un parcial de 3-11, poner las tablas en apenas tres minutos (25-25; min. 13). Ahora era Txus Vidorreta el que pedía tiempo muerto. Había que corregir algunas lagunas defensivas, sobre todo en la continuación de Oriola, que estaban haciendo mucho daño. El Barça aumentó su intensidad defensiva y el choque parecía que entraba en una fase más complicada para el Valencia Basket (32-31; min. 17).

Ahí, sin embargo, llegaría la cuarta falta personal de Tomic tras una técnica por protestar. La jugada sería clave para el desarrollo del juego, y del partido. La consecuencia directa fue un parcial de 9-0 que puso la máxima renta en el encuentro para los taronja (41-31; min. 19). Renta que quedó reducida a siete justo antes de que ambos equipos se retiraran a los vestuarios (43-36; min. 20).

Tras el descanso, Navarro y Pau Ribas asumieron la responsabilidad en el conjunto blaugrana para mantener la renta en un puño. El Valencia Basket, al que ahora le costaba más frenar a su rival, respondía con la clarividencia de Van Rossom y una buena circulación de balón en ataque. Eso, junto a los puntos de Dubljevic y Rafa Martínez, permitieron mantener la renta durante el tercer cuarto (57-49; min. 26).

Sufrieron los locales de ahí al final del acto debido a varios errores ofensivos en tiros librados, pero aún así se fueron al cuarto decisivo todavía por delante en el luminoso (62-59; min. 30). Había que aferrarse al partido con uñas y dientes, sobre todo ahora que el FC Barcelona se veía con opciones y el 'revulsivo' Tomic volvió para intentar rescatar a los suyos (68-61; min. 35).

Al Valencia Basket le costaba mucho anotar, pero su buena defensa le mantenía por delante con sólo seis puntos en cinco minutos. Pero es que el Barça sólo había podido anotar tres en ese mismo tiempo. Con la gasolina justa, esa era precisamente la clave hasta el final del partido. Y es que más allá del acierto, en el equipo taronja todo el mundo estaba enchufadísimo y eso se reflejaba en el marcador (71-63; min. 36).

Dos faltas regalaron cuatro tiros libres a Heurtel y Navarro, especialmente rigurosa la cuarta de Doornekamp, que colocaron el choque en márgenes muy estrechos (71-66; min. 37). Llegó la quinta falta de Tomic y Sito Alonso se vio obligado a recomponer el equipo. No le serviría de mucho. Pese a que hubo que sufrir hasta el final y sobreponerse a alguna decisión arbitral que encendió los ánimos de La Fonteta, el equipo de Txus Vidorreta supo cerrar el partido lo suficiente como para que su rival fuera a siempre a remolque y así alzarse con su sexta victoria en el torneo continental.