Las desgracias continúan cebándose con el Valencia Basket en forma de lesiones. La última, la de Sam Van Rossom, que tuvo que abandonar el partido ante el Khimki del pasado viernes tras un fuerte golpe en la espalda. El base belga fue trasladado de inmediato al hospital Quironsalud de València, donde fue sometido a un TAC de urgencia y en el que pasó toda la noche.

Tras ser sometido a unas pruebas complementarias en la mañana de ayer, se confirmó que sufre una fractura no desplazada de las apófisis transversas derechas de las vértebras L2, L3 y L4. Es por ello que el jugador fue trasladado por la tarde al Hospital Intermutual de Levante, donde permanecerá ingresado unos días hasta que el dolor que padece sea controlado. Una vez abandone el centro hospitalario, Van Rossom tendrá que llevar un corsé de protección durante un mes, tras el cual comenzará progresivamente con el trabajo de recuperación.

Esa recuperación, como mínimo, retrasará su reaparición en las pistas un mes más. En total dos meses KO que, tras los temores iniciales, se dan como buenos pues la gravedad de la lesión podía haber sido mucho mayor. Van Rossom se ha convertido en el último y el peor inquilino de la enfermería taronja pues era el único base sano que quedaba en el equipo.

Cabe recordar que Sergi García, al que se espera ya para la próxima semana, está todavía recuperándose de la microrrotura fibrilar en el bíceps femoral de su pierna izquierda, Guillem Vives sigue con la recuperación tras ser operado de su tobillo izquierdo, y Antoine Diot con la de la intervención en la rodilla izquierda. Por si fuera poco el otro base vinculado que debía ayudar esta temporada al primer equipo, Andrés Rico, también está de baja tras ser operado a finales noviembre de un osteocondroma en la tibia de su pierna derecha. Con todo, el resultado es que de cinco posibles opciones en el puesto de ´uno´, Txus Vidorreta se ha quedado sorprendentemente sin ninguna.

Un hecho que ha llevado a la entidad taronja a lanzarse de lleno y con urgencia al mercado para fichar un base que ayude al equipo cuanto antes y pensando ya en la Copa del Rey. En este sentido, la Liga de Desarrollo de la NBA (NBA D-League­) está prácticamente descartada, por lo que con toda probabilidad habrá que ´pescar´ en el mercado de los jugadores con contrato en vigor en Europa -mismo caso que con Sergi García-. Otra cuestión a ver es la duración del contrato. La idea son dos meses pero, dependiendo de las opciones en el mercado, no se descarta firmar hasta el final de la campaña.