Tras pasar página de lo acontecido en la Copa del ReyCopa del Rey, una vez analizado todo con detenimiento, el Valencia Basket vuelve a mirar hacia adelante en una temporada que todavía presenta retos muy importantes. De hecho, el más trascendental para el club pasa por volver a meter al equipo en la próxima edición de la Euroliga. Algo que sólo se puede conseguir volviendo a ser el mejor equipo de la Liga Endesa más allá de los tres con Licencia A -Real Madrid, FC Barcelona y Baskonia-.

Un objetivo que sigue siendo ambicioso más allá de que los últimos títulos de la Liga Endesa y la Liga EndesaSupercopa, y sobre todo la histórica temporada del 30 aniversario de la entidad, hayan generado expectativas mucho más altas entre los aficionados. Sin embargo, cabe recordar que en todo este tiempo el conjunto taronja ´sólo´ ha disputado la máxima competición continental en cuatro ocasiones, y que tener una presencia continuada en la Euroliga es fundamental para afianzar el crecimiento del club. Y más en este momento concreto en el que, a corto plazo, podrían haber cambios importantes en el torneo e incluso una ampliación de equipos participantes.

Ese objetivo, por encima de todos, es el que desde ya ocupa a la plantilla y cuerpo técnico. Y además con una dosis extra de moral e ilusión. Y es que el ´parte de guerra´ que llega desde los servicios médicos invita al optimismo de cara a lo que resta de campaña. Empezando por el caso más complejo de todos desde que se inició la temporada. El de Latavious Williams.

El ala-pívot norteamericano, que todavía no ha debutado con el equipo debido a un fisura en la tibia derecha, continúa con una evolución muy positiva. De hecho, aunque sigue trabajando en solitario, ya puede correr y saltar con relativa normalidad. En este sentido, y si no surgen más complicaciones, en una semana o diez días podría estar ya entrenando con el resto de sus compañeros bajo las órdenes de Txus Vidorreta.

Al técnico vasco, sin embargo, lo que le tiene más preocupado es el tema de los bases. Y con razón. aunque dispone ya de Sergi García, el joven base balear está recien salido de su lesión y, además de esa falta de ritmo, apenas ha tenido tiempo para adaptarse en el día a día sobre la pista a su nuevo equipo.

En el ´uno´, sin embargo, también llegan buenas noticias con Guillem Vives. El catalán, intervenido el pasado 3 de enero de su tobillo izquierdo, tenía para dos meses de baja que se cumplen ya a principios de marzo. Por tanto, en diez o quince días debería estar ya con el equipo.

Algunas semanas más, por otra parte, habrá que esperar con Sam Van Rossom, al que le quedan aún unos días para poder desprenderse de corsé, y a Antoine Diot. Su vuelta podría ser a finales de marzo.