Aunque los últimos resultados no están acompañando -cuatro derrotas en los últimos cinco partidos-, hay motivos importantes para mantener la fe en un proyecto que, desgraciadamente, todavía no ha terminado de arrancar. Gran culpa de ello han sido las numerosas lesiones que se vienen arrastrando desde principio de temporada y que han mermado el potencial de un grupo que apuntaba a cotas más altas tanto en la Copa del Rey como en la Euroliga. Eliminado de ambos torneos a las primeras de cambio, aún a pesar de que en Europa restan por disputarse cinco jornadas de la fase regular, toca centrarse desde ya en defender el título de la Liga Endesa.

Es ahí, precisamente, donde las expectativas cambian. Sobre todo ahora que Txus Vidorreta ya dispone de un ‘roster’ profesional de doce jugadores. Algo que no sucedía desde el pasado 15 de noviembre en la derrota en la prórroga ante el Armani Milan por 98-103. Lejos queda aquella jornada 7 de la Euroliga donde arrancó un calvario de resultados y problemas físicos. Tras ese encuentro Abalde se sumó a las bajas de Diot y Williams, luego llegaría la tendinitis de Bojan Dubljevic, el proceso vírico puntual de Rafa Martínez o la lesión de muñeca de Joan Sastre.

Así hasta llegar al choque del pasado jueves ante el Baskonia, donde casi cuatro meses después el Valencia Basket tuvo una rotación larga -Williams, Pleiss o Vives aún en rodaje-, con las únicas ausencias en la primera plantilla de Diot y Van Rossom. Resultó incluso extraño no ver en la estadística ni en el banquillo a jóvenes del filial como Puerto o Hlinason, cuyo protagonismo esta campaña con el primer equipo ha sido muy superior al esperado debido a las circunstancias.

Sin embargo, no todo es color de rosa pues aunque ya tiene jugadores, ahora se trata de armar un verdadero equipo. «Cuando termine la Euroliga tendremos seis semanas con un partido por semana y será la primera semana limpia desde que llegué al club. Necesitamos esa pretemporada porque será la primera en la que tendré doce jugadores profesionales», comentaba Vidorreta. «Todavía nos queda una jornada muy dura de cuatro partidos casi seguidos y hay que tocar madera. Si pasamos este Tourmalet, el equipo tiene que crecer, los roles tienen que quedar perfectamente definidos para entrar en los playoffs bien, con tensión», dijo.