Antes, bajo el título de «Nervión quiere vivir su mascletà», se leía: «La batalla es sin cuartel? la afición tiene que incendiar el ímpetu del equipo para abrasar a los ávidos murciélagos? Pero este jueves juegan 45.000 contra once. 45.000 gargantas contra 22 piernas que tienen que temblar. 45.000 pasiones contra once escudos. 45.000 sueños contra el peso de unas estadísticas que hay que hacer añicos. 45.000 puños al viento pidiendo carne de murciélago, desafiando el pasado, listos para concebir un bello alumbramiento, por lo civil o por lo criminal».

El texto lanza más ´avisos´ a los blanquinegros: «Que sepa el Valencia que para seguir su camino tendrá que dejarse la vida en Sevilla. Que tiemble con el ambiente que le espera, que sienta el furor de la hinchada? Que Nervión brille y deslumbre a los quirópteros». La retórica guerrera se ensaña con el mamífero que descansa en el escudo ché con la meta de tocar la fibra y que así la descontenta afición sevillista llene su estadio. «Ganar es obligación de todos y todos tienen que contribuir a que la sangre de Nervión hierva hasta el punto de achicharrar el apetito de los murciélagos levantinos», añadía. Además, el mensaje apunta que «toca violar» las estadísticas que dictan que el VCF se ha impuesto en diez de las 14 eliminatorias. «Nervión es una hoguera de sueños y anhelos que quieren consumar una mascletà histórica. El sevillismo tiene que encender la mecha para vivir otra noche mítica».

El patio en Híspalis está revuelto. Al entrenador, Manolo Jiménez, no le está sirviendo de mucho igualar los mejores números de la historia sevillista en una primera vuelta. El presidente puso el listón muy alto queriendo ganar un título y la eliminación en UEFA de un club que conquistó ese mismo cetro europeo y de forma consecutiva en 2006 y 2007 ha escocido sobremanera. En ese contexto se enmarca ese texto violento, previo al partido. «Luz y más luz ante la oscuridad del fracaso, rojo pasión sobre el negro azabache del rival para demostrar que el Sevilla y su escudo son mucho más grandes que los ciclos que vienen y van?», incide.

Cónclave en el vestuario

El traspié con un Racing con diez, las malas sensaciones de otros partidos como contra Málaga, Osasuna o Recreativo, además de enfadar al Pizjuán han enrarecido el ambiente. Ayer los jugadores y el técnico se encerraron en el vestuario para tratar sus males y, de paso, aprovecharon para pedir una explicación a Maresca, quien dijo un día antes que ahora no podía defender ni a los mediocentros ni al entrenador. «Son cosas internas, por eso hay un vestuario para decir las cosas cara a cara», comentó al respecto Escudé, quien abogó por «marcar y tener una defensa dura». Por otro lado, Del Nido, que prevé mañana una entrada de 30.000 personas, indicó: «Es uno de los acontecimientos deportivos más importantes del curso y la afición tiene que apoyarnos. 30.000 sería una gran entrada».

La web suavizó

el lenguaje violento

En torno a las 21:00 el texto quedó en la lista de noticias y se suprimieron expresiones violentas. «Pidiendo carne de murciélago» cambió a «desafiando el pasado», «hervir hasta achicharrar el apetito de los murciélagos» pasó a ser «que Nervión hierva al máximo» y «por lo civil o lo criminal» o «abrasar a los ávidos murciélagos» fueron desapareciendo. Pero se mantuvieron otras como «ampliar la llama» o «consumar una mascletà».