Vicente Soriano e Inversiones Dalport S.A. tienen diferencias. El ex presidente del VCF y la empresa uruguaya se han distanciado. Y lo han hecho en el momento más delicado. Hoy finaliza el plazo para hacer efectivo el pago de las acciones a Vicente Silla y a los otros accionistas que él aglutina —como Peris Frígola, Carlo Cicchella o Vicente Alegre— y así tener en propiedad de manera efectiva el 50´3 de las acciones del club. La ruptura entre las dos partes existe desde las últimos horas y se abre así un nuevo capítulo enigmático en el futuro accionarial del Valencia.

Las palabras de Soriano ayer por la mañana hablaban por si solas. Preguntado por si se dispone del dinero para desembolsar las cantidades económicas necesarias para cerrar esta compra de las acciones, el ex presidente blanquinegro contestaba con un «pregúntele usted a Dalport». Además, respondía con un «no» tajante al ser cuestionado por la posibilidad de resolver la deuda como apoderado de la empresa en Valencia. No acababa ahí la tensión entre las dos partes. Por la tarde, Dalport envió un burofax a Soriano recordándole que necesita encontrar un banco que convierta sus bonos en dinero. Un tira y afloja que provocó que a lo largo del día de ayer se especulara con la posibilidad de que Soriano dejara de ser el apoderado y representante de Dalport en Valencia. Una última información que desmentía su entorno.

La ruptura abierta entre Soriano y Dalport llega en medio de una finalización del plazo para la compra a lo accionistas que se cumple hoy, después de que fuera prorrogada ya diez días: del 20 al 30 de julio. Soriano le comunicó el pasado martes a Silla que iba a cumplir con su compromiso durante esta semana y Silla le ratificó su confianza. Sin embargo, existe una cláusula por la que si no se produce hoy el pago, podría romperse el acuerdo de compraventa. Todo está en el aire. Hasta Dalport podría contemplar hacerse fuerte en la ampliación de capital sin Soriano... Hoy se resolverán algunas dudas.