Nikola Zigic regresa a Valencia de la pretemporada por la puerta grande. También Ever Banega. El serbio lo hace con tres goles en su haber y dejando constancia que tiene sitio en la plantilla. El argentino demostrando que es lo más parecido a Baraja que tiene Emery en nómina. Ayer, ante el Cardiff, un equipo peleón al más puro estilo británico, Zigic hizo lo que marca la diferencia entre los partidos, el gol, mientras que Banega puso criterio al juego del equipo en cada ocasión que entró en acción.

Por lo demás, el último amistoso antes de volver cada mochuelo a su olivo tras trece días por Holanda y Gales, sirvió para que Emery volviera a hacer pruebas (sirvan como ejemplo la posición de Carleto como interior izquierdo en la segunda mitad o también la de Banega como medio centro más retrasado en el primer acto) y también para que se viera que este Valencia, tanto en ganas como en calidad, sí tiene fondo de armario. Porque de nuevo casi dos alineaciones distintas y de nuevo parecidas sensaciones de equipo.

El Valencia que quiere Emery es un bloque que maneja la pelota, que apenas sufre en defensa y que tiene pegada. De momento, y a la espera de rivales como Manchester o Arsenal, y aunque lejos de la perfección, el Valencia entra en los parámetros que desea el técnico.

Lucha bajo palos

Primero, porque Moyà apenas tuvo que intervenir y cuando lo hizo fue para lucirse, como en el penalti que provocó Maduro y que paró el mallorquín con todas las de la ley. Lo de Moyà y César es como para que durante la temporada juegue un partido cada uno y todos tan contentos, porque ambos se están mereciendo la titularidad.

Segundo parecido a lo que quiere Emery. Pese a el centro del campo no se hizo respetar como debiera (los del Cardiff se le subieron a la chepa a más de uno), la conclusión tras los 90 minutos es que el ritmo de juego lo marcó el Valencia (aunque la contención en la media necesita mejorar).

Y, tercero y último, los de Emery dispusieron de las mejores ocasiones, además de los goles de Zigic y Joaquín. Por cierto, las dos asistencias fueron obra de Carleto. El brasileño, ahora que le buscan equipo, se está espabilando...

Gustó el criterio que Banega puso en cada acción en la que entró en contacto con el esférico; Mathieu evidenció que no se le deben pedir alardes pero que es un futbolista solvente al igual que Bruno... y además se atreve de vez en cuando; Dealbert sigue contribuyendo al equipo sin hacer ruido; Miku se mostró incisivo en los 45 minutos que jugó; y Moyà salvó con un paradón la única acción en la que le chutaron entre palos... y eso que lo hicieron de penalti.

Conclusión de la pretemporada: los Villa, Mata, Silva, Pablo y Marchena tienen sitio casi seguro en cualquier equipo por calidad, pero van a tener que poner mínimo las mismas ganas que todos los demás para jugar en este Valencia. Y eso no tiene precio tras lo visto en anteriores temporadas. Emery parece que por fin va a poder apretarles a todos los futbolistas porque si un lateral se duerme... habrá otro, al igual que sucede bajo palos, en el centro del campo, en las bandas o incluso en punta de lanza. Por delante están la Liga, la Euroliga y la Copa del Rey, pero con la obligación moral de dar la cara en todas las competiciones y conseguir devolver al equipo a la elite europea, o lo que es lo mismo, de acabar entre los cuatro primeros y clasificarse para la próxima edición de la Champions League. Tras lo visto ayer en Cardiff, el equipo está en el camino correcto.

Cinco rivales; ninguna derrota

El VCF se ha medido en su stage de pretemporada que ayer concluyó a cinco rivales (tres a partido completo y dos a medio partido) y regresa con un bagaje de dos triunfos (Den Haag y Cardiff) y tres empates (Dortmund, Udinese y Werder Bremen) con un volumen total de nueve goles a favor y cuatro en contra. Los goles a favor han sido obra de Zigic (3), Jordi Alba (2), Joaquín, Míchel, Navarro y Nacho González; mientras que Moyà ha encajado un solo tanto mientras César ha encajado (en tiempo de juego) tres.