A Rubén Baraja se le realizó una resonancia en la clínica Tecma de Alzira y según explicó el doctor Jordi Candel, «sufre una rotura de un centímetro en la unión muscular tendinosa del recto anterior de su pierna derecha. Calculamos que hay que volver a explorarlo en diez días cuando se haya diluido el edema, pero todo indica que Rubén estará entre cuatro y cinco semanas de baja. Como medida de precaución le haremos otra evaluación para ser mucho más exactos en el diagnóstico».

Con el parte médico en la mano y el primer partido oficial a la vuelta de la esquina, Emery ya empieza a trabajar con las opciones que maneja, aunque la que tiene todas las papeletas para salir de inicio el próximo jueves ante el Stabaek estará compuesta por Marchena y Banega. El técnico de Hondarribia trabajó con ellos juntos en la sesión vespertina y en el otro grupo formaban la pareja de mediocentros Albelda y Manuel Fernandes. La opción de juntar a Marchena con el medio de La Pobla Llarga también existe, pero se considera más defensiva que la otra y la intención no es otra que regresar de Noruega con un marcador favorable de cara al choque de vuelta, que se jugará el día 27 en Mestalla. De momento, Unai prefiere no variar el hábitat natural de otros jugadores, aunque si es necesario no le temblará el pulso.

Sin Baraja sobre el césped, uno de los centrocampistas de carácter ofensivo que mayor rendimiento le ha dado al club en su historia reciente, sigue a sus 34 años dando guerra. La personalidad que muestra dentro del campo (como Albelda) y la claridad que tiene a la hora de optar por el pase corto o desplazamiento en largo le han convertido en un jugador básico. Si su recuperación va por el buen camino se perdería un total de ocho partidos, aunque lo fundamental es recuperarle bien.