«Se habrá equivocado, conmigo no se ha reunido nadie relacionado con Dalport», era la respuesta de Manuel Llorente a la afirmación de Víctor Vicente Bravo en la que aseguraba haber mantenido un contacto con el presidente del Consejo de Administración del Valencia. Un presidente que ayer aseguraba estar satisfecho con el resultado de la Junta de Accionistas porque, según explicó, «se ha visto lo que ya habíamos dicho antes, vivimos de realidades y no de proyectos que pueden ser buenos o mejores. La realidad es el día a día, que tenemos que pasar cada domingo las obligaciones del club. Para nosotros esta Junta es un requerimiento que teníamos de Dalport y le doy una valoración positiva, porque se ha visto lo que había detrás».

Y, ¿qué es lo que había detrás de Dalport? «No había nada, simplemente un proyecto, un accionista que había comprado pero si tanto capital tenían no sé por qué no suscribieron los 46 millones de euros que tenían por derecho y no los doscientos ni los quinientos, nada más. Vamos a olvidarnos de Dalport y nos vamos a dedicar a trabajar», concluyó a toda prisa Manuel Llorente. Porque él, como todo el valencianismo sabe a estas horas, tiene claro que «Dalport dijo que querían poner dinero, pero el dinero nunca llegó».

La realidad del Valencia CF, la ajena a Dalport y a todo el lío desatado a lo largo del verano, es que «de no haber sido por la ampliación, por Bancaja y por la Generalitat Valenciana ahora estaríamos en concurso de acreedores y el año que viene en segunda división. Ahora queda un trabajo muy difícil. Hemos completado una ampliación de capital de 92 millones, pero el presupuesto de la campaña 2008/09 se cerró con un déficit de 70, queda un trabajo muy duro porque a parti de ahora hay que equilibrar los presupuestos tras muchos años de desfase», explicó Llorente durante su intervención.

El presidente dejó ideas como «tenemos que mantener el nivel deportivo» o «terminar cuanto antes las obras de un estadio que debe ser cómodo para los aficionados, pero sin excesos. Por encima de todo quiso dejar claro que «el mérito de la ampliación no es del Consejo, sino de los accionistas que fueron a ella. La intención es que el acionariado esté lo más repartido posible. Que así sea.