Vicente Soriano y Víctor Vicente Bravo, representante de Dalport en España, se reunieron en el despacho de Cuatre Cases. En la cita ambas partes continuaron la negociación iniciadas el pasado viernes para rescindir el contrato de compra-venta del paquete accionarial que con anterioridad a la ampliación de capital aglutinaba el 50,3 por cien. Dalport no va a hacer frente al pago pendiente para el próximo 4 de octubre y Soriano y Bravo están pactando la devolución de las acciones a sus anteriores propietarios, cuestión que choca con la postura de Juan Soler. El que fue presidente del Valencia ha manifestado a las partes que él no quiere sus acciones sino dinero. De esta forma, salvo acuerdo en los próximos días, la solución al caso Dalport podría terminar en los tribunales.

La rescisión del contrato entre Soriano y Dalport, todo sea dicho, conllevaría un efecto dominó. Porque Dalport firmó con Soriano, y éste con Soler (según apuntan fuentes de la negociación avalado con pagarés de Dalport) y con los accionistas que representa Silla. El acuerdo para rescindir el contrato entre Soriano y Dalport conllevaría que cada título volvería a su anterior propietario, si bien, dependiendo de los contratos firmados por cada uno de ellos, los cláusulas podrían permitir solicitar una indemnización ante un juez.