Nuevo empate en casa del Valencia y de Mestalla, con los dos de ayer, ya han volado ocho puntos. Cierto es que el Valencia no jugó mal anoche ante el Mallorca y, si alguien mereció el triunfo, fue el conjunto de Unai Emery... pero se dieron una serie de condicionantes que contribuyeron a que Mestalla se empiece a atragantar.

Hasta cinco ocasiones claras tuvo el Valencia para marcar antes y después de su gol e incluso se le anuló un tanto que, de no haber intervenido Villa en la jugada, habría subido al marcador (el Guaje remató en posición antirreglamentaria en linea de gol una pelota que ya entraba). La estrategia que Emery y Carcedo habían refrescado durante la semana dio resultado. Cada córner y cada falta lateral eran peligro para la meta defendida por Aouate y así, nada más reanudarse el encuentro tras el descanso, llegó el tanto valencianista en un saque de esquina de pizarra que el Guaje remachó a la red.

Con el marcador a favor al Valencia se le puso muy de cara el encuentro tras su gol y por momentos dio la impresión de que iba a ganar con claridad un partido que en la primera mitad había estado bastante parejo ante un Mallorca que demostró tener también las ideas claras y que siempre quiso buscar la portería contraria.

La cosa, por delante en el marcador, parecía que funcionaba puesto que el Mallorca empezaba a ´romperse´ pero no se contó con dos factores. El primero fue que el Valencia, al contrario de lo que suele ser habitual, perdonó lo que no está escrito. Aouate sacó un doble mano a mano ante Mata y un disparo ajustado de Pablo... y Joaquín estrelló un disparo franco en el palo de la portería mallorquinista. Así fue y ya se sabe lo que dice el tópico, aquello de que cuando perdonas acabas pagándolo.

Ahora bien, no sería justo tampoco pasar por alto la actuación de un Iturralde González que encrespó los ánimos de Mestalla. El colegiado, un viejo conocido de la afición valencianista (hace unos años el VCF lo recusó de forma oficiosa), señaló un penalti que pudo ser o, mejor dicho, que fue, en área valencianista... pero permitió mucho más juego duro al Mallorca que al Valencia durante todo el encuentro y así como no dudó a la hora de sancionar el penalti cometido por Bruno en la recta final, en la primera parte pasó por alto un derribo de Ayoze a Joaquín y unas posteriores manos de Ramis en área mallorquinista que se supone que interpretó como involuntarias.

Así las cosas, la afición se fue calentita a casa con el trencilla y se encargó de recordárselo a viva voz a medida que el Valencia en los minutos finales, con Zigic como último recurso, intentaba colgar balones a la desesperada para cazar un gol que le diese el triunfo in extremis (en esa fase Iturralde, en una caída de Zigic en área rival, amonestó al serbio).

En definitiva, que Mestalla, aunque el equipo ayer no lo mereciese, se empieza a atragantar y eso no es bueno. Ayer Unai intentó amarrar incluso el triunfo con el cambio de Alexis por Pablo en la segunda parte pero ni por esas... y tampoco sería justo achacarle al técnico nada por ello. Ayer el equipo no supo ganar aunque lo mereció... pero cuando no es un pito es una flauta.