­Cuando a principios de 1999 Claudio Ranieri dirigía a un Valencia CF que hacía veinte años que no había ganado nada, nadie pensó que estaba a punto de iniciarse la década con más éxitos deportivos de los noventa años de historia de la entidad... pero así fue. Siete fueron los títulos de máximo nivel cosechados (las Ligas 01/02 y 03/04, Las Copas del Rey de 1999 y 2008, la Supercopa de españa de 1999, La Copa de la UEFA de 2004 y la Supercopa de Europa de 2004) y a eso hay que sumar el incuestionable mérito de llegar a dos finales de Champions League, la máxima competición por clubes del fútbol continental y probablemente del fútbol mundial.

Fue aquel periodo una etapa de gestión deportiva en la que se vendían jugadores caros y se compraban a menor precio. Las salidas de futbolistas como Mendieta, Gerard, Farinós o ´Piojo´ López dejaron líquido en caja y, pese a ello, la entidad se sobrepuso deportivamente y construyó equipos tras sus salidas que aspiraron al máximo en Europa y consiguieron títulos en España.

Las tres Ligas y las dos Copas del Rey cosechadas en la década de los cuarenta con la delantera eléctrica por fin han sido superadas en una etapa en la que varios nombres propios emergen por encima del resto. Haciendo un repaso cronológico se entiende el proceso.

Para empezar hay que hablar de Mendieta, ´Piojo´ López y Claudio Ranieri porque ellos fueron los máximos protagonistas en el título de Copa logrado en La Cartuja de Sevilla en 1999. Aquel trofeo, conseguido con Pedro Cortés en la presidencia pero con un equipo que en gran parte se había gestado en la etapa de Paco Roig como mandamás, hacía estallar de júbilo a la afición valencianista pero el técnico anunció su adiós nada más acabar aquella final y había que reinventarse.

Le llegó entoncés el momento a Héctor Cúper, un técnico de mérito incuestionable en el VCF ya que pese a ganar únicamente la Supercopa de España de 1999, el fue la cabeza visible de aquel equipo que llegó a las dos finales de Champions que se perdieron ante Real Madrid y Bayern Munich.

Pero la historia se repetía y el técnico volvía a salir para marcharse a otro club. Llegaba el momento entonces de apostar por un entrenador desconocido pero que se convirtió en el mejor de cuantos ha tenido el Valencia: Rafa Benítez. Con él y Ortí de presidente (aunque aquel equipo se gestó con Cortés como dirigente) se volvió a ganar el título de Liga (2002 y 2004) e incluso una Copa de la UEFA. El súmmum.

Pero por tercera vez consecutiva el técnico del VCF se marchaba, en esta ocasión rumbo al Liverpool. Había que buscar una solución de urgencia y el hoy actual presidente, Manuel Llorente, junto al entonces propietario pero todavía no presidente, Juan Soler, se marcharon a por un Claudio Ranieri que en su segunda etapa, pese a empezar ganando la Supercopa de Europa ante el Oporto, no funcionó. Fue el principio del ocaso.

A partir de ahí, con Juan Soler ya en la presidencia (él fue quien decidió quitar a Jaume Ortí a principio del curso 2004-2005), se empezaron a encadenar una serie de operaciones que poco a poco han contribuido a que el Valencia CF atraviese la peor crisis económica de su historia. Los despidos en cadena de técnicos como Ranieri, Antonio López, Quique o el mismísmo Ronald Koeman y directores deportivos como Subirats, Carboni o Miguel Ángel Ruiz costaron una millonada a la entidad y a eso hay que añadir una operación clave como fue el inicio de la construcción del nuevo estadio sin tener aún vendidas las parcelas en las que está construido el actual Mestalla. Una etapa de tinieblas en la que la única sonrisa fue la Copa del Rey lograda en 2008 con Koeman... pese a que el equipo en Liga estaba al filo del descenso.

La concatenación de todos esos acontecimientos, pese al paso posterior de otros presidentes o gestores como el efímero Juan Villalonga o Vicente Soriano, han llevado a la entidad a la peor crisis económica de su historia.