Juan Mata tiene 21 años aunque sus reflexiones son de veterano. El asturiano no es de los que se esconde ni dentro ni tampoco fuera del campo y dice lo que piensa, por ello aunque respeta la opinión de la afición de Mestalla confiesa que le gustaría que durante los 90 minutos estuvieran a muerte con el equipo y que fuera a la conclusión de los partidos —y no durante— cuando manifestaran su disconformidad con el equipo o, en el caso del pasado domingo, con el entrenador. Y tales confesiones de Mata vienen a colación de la protesta que recibió Emery con el cambio de Banega por Marchena.

«Lo ideal para cualquier equipo y para nosotros más, es que la afición nos animara durante los 90 minutos», apunta un Mata que a renglón seguido recalca: «al final del partido, que hagan lo que quieran porque todo es respetable, pero que animen durante los 90 minutos». Lo cierto es que la protesta generalizada que hubo en Mestalla tras la decisión de Emery fue ayer tema de debate. Pese a que el Valencia iba por delante en el marcador y siendo muy superior al Villarreal, la afición la tomó con el entrenador cuando el cuarto árbitro encendió el luminoso con el dorsal de Banega. Mata, eso sí, tiene claro que esa presión que ejerce Mestalla sobre el equipo va en el cargo. «Para ser jugador de un grande y con una gran afición detrás como es el caso del Valencia y de Mestalla, hay que aguantar esa presión».

El asturiano, por otra parte, además de por el buen partido que hizo el equipo, se mostró satisfecho por haber conseguido una victoria tan holgada como la que lograron ante el Villarreal en «casa». «Volvimos a estar bien, defensivamente no nos crearon ocasiones y arriba hicimos un buen partido, un ejemplo a tomar para los próximos partidos en casa».