En la venta de la parcela de Mestalla todos son problemas. A la crisis económica —madre de todos los males— se suman otros aspectos que también echan para atrás a los posibles compradores que en su día llamaban a la puerta del club y a los que ahora lo hacen a la de la consultora Richard Ellis. Entre otros, las placas de fibrocemento tipo uralita que dan forma a la Tribuna del actual estadio de Mestalla.

El desmontaje de este tipo de placas tiene un elevado coste y la demolición del estadio correrá a cuenta del comprador. Por lo tanto, a los 300 millones de euros que como mínimo pide el Valencia por los terrenos de la Avenida de Aragón, hay que sumar unos 30 millones más para la demolición del estadio —según fuentes conocedoras del mercado— y todo ello antes de invertir en la construcción de los edificios que en su día ocuparán el espacio de Mestalla.

El motivo del elevado coste de la demolición reside, como se ha comentado, en el desmontaje de las placas de la tribuna de Mestalla. Según normativa de la Unión Europea, y como establece el Real Decreto 396/2006, «el desmontaje y retirada de fibrocemento debe de realizarla una empresa homologada inscrita en el RERA (Registro de Empresas con Riesgo de Amianto)». Por motivos medioambientales y de salud, tales placas solo pueden ser retiradas por personal cualificado para la manipulación de productos con contenido en amianto, así como para trabajos de altura. Ambos requisitos los cumple el desmontaje del techo de la tribuna de Mestalla y tal operación tiene un coste determinado.

El Valencia redactó cuando en la época de Juan Soler se pusieron las parcelas a la venta un documento en el que marcaba las directrices de la venta. Tales puntos se mantienen en vigor y entre ellos figura que la demolición y retirada de escombros corre a cargo del comprador. Además, como es sabido, el Valencia de Manuel Llorente cedió en exclusividad hasta el próximo 30 de junio los derechos para negociar la venta de la parcela de Mestalla a la consultora con sede en Valencia Richard Ellis, con la única condición que la venta no fuera inferior a los 300 millones de euros.

El club tomó tal decisión de ceder el poder de negociar a Richard Ellis por, entre otros motivos, focalizar en una única sociedad experta en la materia la operación. En los últimos años, han llegado varias ofertas al club —aunque ninguna ha llegado a buen puerto— desde diferentes vías: presidentes, consejeros, políticos, socios de terceros, etc... Una de las cosas que quiso evitar Manuel Llorente cuando su Consejo de Administración decidió ceder las negociaciones en exclusiva a una empresa con experiencia en la materia era, precisamente, para que hubiera un único interlocutor en la operación. Todo aquel que esté interesado o quiera preguntar por las condiciones de venta de la parcela de Mestalla sabe ahora a quien tiene que llamar.

Con Richard Ellis

El contrato de exclusividad de Richard Ellis vence el próximo 30 de junio. El Consejo de Administración aún no tiene decidido si prolongará el acuerdo seis meses más o buscará una nueva consultora inmobiliaria. El Valencia solo firmó seis meses con Richard Ellis con intención de que la venta de la parcela de Mestalla fuera durante ese periodo de tiempo una de las prioridades de ésta o cualquiera consultora que tuviera los derechos en exclusividad. De momento, eso sí, no ha habido suerte.