—Ha sido una alegría verlo en acción en este tramo final de Liga Adelante tras siete meses KO por una rotura de ligamentos en la rodilla, ¿qué tal acabó la temporada?

—Me encontré bien, acabé entrenando con normalidad y no noté molestias. En los partidos también me vi perfecto. Casi ni me acuerdo de la rodilla, aunque sé que ahora debo potenciar y cuidarla.

—Acabó jugando bastante desde su regreso el pasado 22 de mayo contra Las Palmas.

—Cada vez me iba sintiendo mejor. Al principio tenía una ligera sensación por la ausencia de competición, pero me sentí fuerte y ahora lo que quiero es coger un buen nivel físico para empezar fuerte. La lesión ya está olvidada, como si no hubiera pasado nada.

—Por cierto, ¿alguien del Valencia se puso en contacto con usted durante ese medio año sin jugar?

—Sí, he tenido bastante contacto. Sobre todo, con Manolo Maciá, con José Jiménez, con los doctores y los fisioterapeutas y, por supuesto, con algunos compañeros. Muchos en el Valencia se han preocupado por mi situación y es algo de agradecer porque se pasa mal tanto tiempo parado. Aparte, la recuperación la hice en Valencia y estuvieron dándome ánimos.

—Tampoco tendrá quejas del Celta. Enseguida los dirigentes le transmitieron la voluntad de prorrogar su cesión un año más.

—Después de operarme y volver a casa con el alta, el presidente, el director general y el director deportivo vinieron y me transmitieron toda su confianza, al decirme que querían que siguiese una temporada más. Fue una acción que me llenó de felicidad y orgullo, inolvidable. El Celta me ha dado su apoyo en todo lo que ha podido. Públicamente, les mando un abrazo y les doy las gracias.

—¿Y ahora qué? ¿Cuáles son los planes de futuro de Aarón?

—Lo primero es acabar la competición en Segunda y jugando minutos. Lo que me ocupa es agarrar el ritmo de alta competición, sobre todo, quiero estar listo para la gran oportunidad que significa hacer la pretemporada con el Valencia. Llevo desde los once años en el club y tengo una gran oportunidad para, de una vez por todas, formar parte de la primera plantilla. Ese es mi objetivo. Me propongo llegar físicamente preparado a esa pretemporada e intentar convencer a Unai Emery y a su cuerpo técnico.

—Se le nota con mucha ambición, ¿qué es exactamente lo que le ha transmitido el Valencia?

—De momento, me han comunicado que haré con el primer equipo la pretemporada. Y ni mucho menos voy a desaprovechar esa pretemporada, ya son muchos años perteneciendo al Valencia y reitero que mi máxima ilusión es quedarme en el VCF. Para ello, haré todo lo posible, todo lo que esté en mis manos. Después de tres años de cesión en cesión, me llega la oportunidad de mi vida y lo daré todo en esta pretemporada.

—Usted lo ha dicho. Con 21 años ya ha pasado por Xerez, Iraklis, Rangers, Celta… ¿No se cansa?

—Bueno… Cada futbolista es un mundo. Yo he tenido que ir quemando etapas. Además, en la última por desgracia he sufrido una lesión grave… A ver si la vida me sonríe un poco, ahora tengo esta ocasión… Cuando recibí la noticia hasta lloré. Voy a luchar para llegar en la mejor condición. Por mi parte, no escatimaré esfuerzos.

—Seguro que se aprende con tanta cesión. Por ejemplo, el idioma inglés lo tendrá dominado…

—Cuando eres niño te dicen que el Inglés es importante para el futuro y me di cuenta de ello al salir de España. Tuve que aprenderlo, ahora me defiendo bien y tiene sus ventajas.

—Eso sí, lo de hablar griego tiene que ser mucho más complicado ¿Llegó a aprenderlo en Salónica?

—No, sólo un poco… Palabras sueltas, palabrotas que suelen enseñarte los compañeros (risas). Lo típico en un país nuevo.

—Continuemos en un tono distendido… ¿Qué me dice de las chicas, dónde son más guapas? Usted ha visto valencianas, andaluzas, griegas, británicas y gallegas.

—(Risas) Sinceramente, yo no me he tenido que ir muy lejos porque mi novia es de Elche y, además, muy guapa. Con ella me siento muy bien y contento.

—Volvamos a lo serio, al fútbol. Pensar en Aarón es acordarse de una fecha: 5 de diciembre de 2006. Ese día debutó con el VCF en Champions 06/07 ante la Roma en el Olímpico. ¿En qué ha cambiado desde aquel día?

—En muchas cosas… Sobre todo, en lo mental y en lo profesional. A la hora de jugar, aunque mantengo mis características, trato de hacerlo todo con más efectividad y profesionalidad. Siempre me han definido con un jugador con muy buenas condiciones, pero ahora intento aprovecharlas al máximo, hacer lo mejor para el equipo. Esta pretemporada quiero que se vea como soy, lo que he cambiado y lo que he tenido que pasar en mi vida en tres años en los que un jugador, sobre todo, un joven crece mucho. He madurado y me siento mucho más profesional. Mi meta es que eso se refleje en los entrenos y en los partidos que pueda jugar con el primer equipo este verano.

—Descifre ´profesionalidad´. ¿Qué hace ahora que no hacía antes?

—Me tomo todo con seriedad y me cuido mucho más. Llego el primero al vestuario y me voy el último. Cada entrenamiento es para darlo todo y progresar. Los partidos ya no son unos más importantes que otros, quiero ser el mejor en todos sin importar el rival. Además, me divierto mucho jugando al fútbol, lo vivo al máximo y cada día quiero más. Ya no me paro en cosas de juventud… Cuando eres joven juegas con ilusión, pero descuidas otras cosas porque desconoces los efectos. Ahora tengo mayor ambición y, por encima de todo, madurez.

—¿Puede que le llegase la fama demasiado pronto?

—Yo considero que la fama llegó cuando tuvo que hacerlo. Cuando debuté me lesioné y luego las cosas no salieron bien. A partir de aquello, me he ido dando cuenta de que llegar a la élite no sería fácil. Los momentos más difíciles me han hecho más jugador. Me siento un futbolista totalmente distinto al que era, con las mismas virtudes, pero con capacidad para aprovechar mi fútbol. No me gusta hablar de mí, sólo quería una nueva oportunidad, la tengo y no la perderé.

—¿Es consciente de que lo va a tener muy difícil?

—Bueno… Si después llega una decisión que no comparta o me desagrade, al menos, yo podré decir que tengo la conciencia tranquila por darlo todo.

—Sin Villa ni Zigic, pero con Soldado. De momento, hay un delantero menos, ¿es una motivación extra para luchar por un hueco?

—Motiva y mucho. La salida de Villa es difícil de asumir. El Valencia se tendrá que regenerar, al menos, en su delantera y puede ser un momento oportuno para la gente de abajo con ganas como Paco Alcácer o yo mismo.

—Ya que lo nombra… Alcácer deslumbra a los 16 años, va a hacer su primera pretemporada, ¿le suena esta historia?

—Sí, claro. Su edad es muy pareja a la mía en aquel momento. Paco lo está haciendo genial, lo seguí en el Europeo y me parece un punta de mucha calidad. Me recuerda cuando también era el capitán, hacía muchos goles, estaba en las selecciones inferiores y me tocó hacer esa pretemporada…

—¿Qué consejo le daría a Paco?

—Personalmente, le diría que siga como hasta ahora porque lo está haciendo fenomenal. Esperemos que Paco tenga el mejor destino para él y para el VCF. Tiene que vivir el momento y disfrutarlo. El estar con 16 años haciendo la pretemporada con el primer equipo del Valencia es algo muy grande, así que sea consciente de ello y que intente aprovechar la oportunidad con su fútbol y su trabajo.

—La competencia tampoco va a ser sencilla. Soldado ya está fichado. ¿Acierta el club con él?

—Creo que sí, a mí personalmente me parece un pedazo de ´9´, un delantero que también se ha tenido que trabajar el lugar al que ha llegado, a un grande como el Valencia. Nadie se lo ha puesto fácil nunca. Es un punta fabuloso, un rematador nato, que me encanta.