Con la madurez de diez años de fútbol a la espalda, pero con las mismas ganas de competir que tenía en aquel Betis. Así afronta Joaquín este verano su pelea por la titularidad. No quiere otro

año sabiendo que «haga lo que haga uno, el otro jugará en el siguiente».

Hace diez años debutó como profesional...

—¡Uff! Y parece que fue ayer pero ya llevo unos pocos de años.

—¿Lo recuerda?

—Claro, claro, fue en un Trofeo Colombino, en Huelva. Yo estaba en el filial y Fernando Vázquez me convocó. Un 18 de agosto para ser más exactos.

—¿Y cómo lo lleva?

—Pues, contento porque no es fácil. La pelea cada día es mayor y en un club como en el Valencia tienes que estar siempre alerta y muy despierto.

—¿Ha cambiado mucho Joaquín en este tiempo?

—Sí, claro, he vivido muchos momentos. La etapa del Betis fue genial, vino todo muy rápido, subí a Primera con el Betis, logré un título, jugué la Champions con el Betis, la selección, fichar por el Valencia... mi vida ha sido afortunadamente gloriosa. Ha llovido mucho ya, pero estoy contento porque siempre he podido ayudar donde he estado y mi persona creo que ha calado.

—Cuando uno se pone a hablar de la carrera deportiva de Joaquín lo sigue vinculado mucho al Betis, y usted lleva prácticamente el mismo tiempo en el Valencia que en el Betis...

—Lo que pasa es que mi etapa en el Valencia ha sido más complicada. No ha sido tan brillante que como cuando yo empecé. He tenido momento buenos, pero me ha faltado esa continuidad que de alguna manera me permita sentirme más cómodo, disfrutar y sentirme bien. Eso lo persigo. Es mi quinta temporada y no me voy a cansar de perseguir eso, porque soy muy cabezón en mis posibilidad y en mi confianza y no lo voy a perder.

—Lo que le veo es más maduro, no sé si será por el cansancio de estos días, porque se hace mayor...

—Es un poco de todo, yo creo. Sí, analizo más las cosas y lógicamente con los años uno se tranquiliza en los aspectos de su vida, tampoco te voy a negar que estoy cansado, pero sí, creo que en la vida son momentos.

—¿Y en cuál está ahora?

—Ahora no miro sólo el tronco, miro todo el bosque, analizo más las cosas, a largo plazo, me tomo todo con más calma, con más tranquilidad.

—Por tiempo en el vestuario sería uno de los candidatos a ser capitán...

—Es algo en lo que no pienso. Eso lo decidirá el míster y hay otros compañeros que llevan más tiempo o reúnen otras características. Lo que sí tenemos que estar es todos con la actitud de un buen capitán.

—Joaquín-Pablo, Pablo-Joaquín, ¿le incomoda la situación?

—La situación puede, la competencia, no.

—¿Puede ser más concreto?

—El míster el año pasado quiso darnos oportunidad a los dos y la tuvimos, los dos jugamos mucha cantidad de partidos, pero al mismo tiempo ninguno tuvimos la continuidad que necesita uno para ganar en confianza.

—Cuando Joaquín era titular, Pablo era el primer cambio, y viceversa. Joaquín salía el primero con Pablo en el campo. Es eso, ¿no?

—Sí, eso fue lo que sucedió. Eso para el futbolista psicológicamente no es bueno. Uno quiere jugar partido tras partido porque eso es lo que te da la confianza y afrontas los partidos con mucha menos tensión. Pero teníamos la sensación, creo que los dos, que por muy buen partido que hicieras... al siguiente iba a jugar el otro. Es bueno que el míster nos quiera dar oportunidades a todos, aunque también tiene su lado malo para el futbolista.

—¿Y cómo se cambia la situación entonces?

—Bueno, la solución no la tengo que dar yo. Sé lo que tengo que hacer y es que el míster vea que siempre estoy ahí, peleando, porque si te encierras y lo ves todo en negativo, nunca vas a avanzar. Lo que está claro también es que si quieres ganarte la confianza del míster, tienes que trabajar a tope. Luego él decidirá.

—Hablemos del equipo ahora que ya lo hemos visto en los dos primeros amistosos de la pretemporada. Emery piensa en 4-3-3, ¿le beneficia, le afecta...?

—Al final es lo de siempre, el sistema lo hacen los futbolistas, no le doy tanta importancia. El año pasado probó varios y el equipo no cambio el concepto de fútbol que tiene. No me preocupa con qué sistemas juguemos, sé lo que el míster quiere de los interiores y lo que tengo que hacer.

—Sin Villa y Silva, ¿cambia el concepto del equipo?

—Cambia porque ahora están otros futbolistas, de otra manera de entender el fútbol, de otras condiciones... aunque solo en eso. En lo que es la filosofía de juego no tiene por qué cambiar, tampoco en la exigencia.

—¿Necesitaba el Valencia un giro radical en el proyecto como ha habido este año, aunque fuera por la necesidad de hacer caja?

—Mira, lo que sí te digo es que el verano va a ser más tranquilo porque somos los que estamos y a jugar.. pero que se han ido dos futbolistas muy importantes que a nadie le queda duda.

—¿Los echa de menos?

—Hombre, esta claro que se van y esto tira para adelante igual, porque en todos los clubes se va gente importante y luego no se les echa de menos. Pero todos debemos de saber que Villa y Silva son dos futbolistas importantes; Silva por la calidad y el Guaje por la cantidad de goles que marca. Pero no creo que los vayamos a echar de menos, o no creo que estemos preocupados porque no están. El vestuario está tranquilo, con ganas y dispuesto a competir en las tres competiciones.

—¿Cómo ve a los nuevos?

—Aún es pronto para hacer una valoración, pero tienen maneras. Topal es un futbolista con calidad, fuerte, Feghouli es joven y tiene muchas cosas que demostrar, porque tiene fútbol... Estoy hablando de los que no conocía mucho, porque, por ejemplo, Soldado y Aduriz sabemos que tienen mucha proyección y tienen una ilusión tremenda por triunfar aquí.

—¿Qué tiene la Champions que todos hablan de ella?

—¿Que qué tiene? Lo tiene todo. Ahí están los mejores futbolistas del mundo y ahí es donde debemos demostrar el nivel que tiene este equipo, sin olvidar lógicamente la Liga, porque de nada sirve jugar un año la Champions si al siguiente te quedas fuera.

—¿Liga, Champions, Copa? ¿A qué aspiran esta temporada?

—¡Así de sopetón! Pues no lo sé. Aspirar aspiramos a todo, pero de qué sirve decirlo ahora. Lo que tenemos que hacer es competir fuerte, pelear en cada partido y a lo que aspiramos, el tiempo nos pondrá en nuestro sitio.

—Por ir terminando con la entrevista, ¿con qué se queda de estos diez años?

—Con la satisfacción de siempre haber jugado, de siempre haber estado ahí y de siempre haber podido ayudar a los demás, dentro y fuera del campo, y por supuesto la cantidad de cosas que he vivido y de amigos.

—¿Un partido?

—El del ascenso con el Betis en Jaén.

—¿Y un gol?

—Me quedo con varios, aunque aún estoy esperando marcar un gol que además de bonito sea realmente importante para ganar un título, porque eso me falta. Pero me quedaría con el que marqué en Getafe con el Valencia.