El semblante y las palabras de Paco Alcácer, que a final de mes cumplirá 17 años, representan la ilusión de un valencianista de cuna por haber podido compartir espacio con sus ídolos con tan sólo 16 años. El delantero de Torrent es una de las joyas más importantes de la cantera blanquinegra. Está temporada el artillero está llamado a debutar con el primer equipo en la élite. Sin embargo, él prefiere centrarse en el día a día, como le aconseja David Albelda, con quien ha «hecho buen rollito». Reconoce que los nervios le pudieron en el primero de los cuatro amistosos —Al Hilal, Celje, Hannover y City— en los que ha acumulado 136 minutos. Para aprender tiene claro cual es su «referente»: Roberto Soldado.

A los 16 años, por ejemplo, no se puede conducir ni votar en unas elecciones. Sin embargo, Paco Alcácer ha entrenado en pretemporada, y más que lo va a hacer, con la primera plantilla del Valencia.

—Para mí, ha sido todo un sueño que tenía en mi mente desde los diez años, desde que empecé a jugar en la cantera del Valencia CF. La pretemporada que me han permitido hacer con el primer equipo, esa gran oportunidad, la he hecho cargado de ilusión y con muchas ganas. A pesar de los pocos minutos, los he disfrutado mucho y ahora estoy con el filial a las órdenes del entrenador, Vicente Mir, y lo que me diga haré.

—Habla de un sueño que tiene desde los diez años, pero me cuentan que el valencianismo lo ha mamado prácticamente desde la cuna, ¿no es así?

—Sí, es así. Yo siempre he sido del Valencia. Desde muy pequeñito iba a Mestalla a ver los partidos con mis padres o con mis tíos y mis tías. Estoy muy feliz por ello.

—Su primer ídolo en Mestalla…

—David Villa. Cuando era más pequeñito no me sabía demasiado los nombres de los futbolistas, pero desde hace ya siete o seis años Villa ha sido mi referente.

—¿No decían que se parece a él?

—Eso dicen. Ojalá un día pudiera alcanzar sus éxitos.

—Por lo menos, Alcácer ha empezado fuerte desde muy joven: Máximo goleador del Juvenil y, por supuesto, del Europeo sub´17.

—Bueno, bueno… Los goles se meten gracias a los compañeros y son los que dan cancha a los que jugamos en la posición más grata que existe, la de delantero.

—Su cumpleaños está cerca, ¿cree que tendrá algún regalo que supere lo vivido este verano al lado de los César, Joaquín, Mata, Pablo, Banega y compañía?

—El mejor regalo para mí sería debutar con el primer equipo en partido oficial. Pero es verdad que ya ha sido un gran regalo hacer la pretemporada con jugadores de máxima calidad y reconocidos internacionalmente. Tenía muchísimas ganas de conseguirlo, repito, era mi sueño. Desde ya mismo sólo pienso en el futuro y en lo que me toca, disfrutar de la temporada que va a empezar.

—Regresemos a la pretemporada. ¿De entre los partidos en los que ha podido jugar con cuál se queda?

—El primer partido contra el Al Hilal no me salió muy bien por los nervios de verme jugando al lado de jugadores como Pablo Hernández, Tino Costa, Vicente o Mathieu. No me podía creer donde estaba. Pero creo que el segundo ante el Celje esloveno ya me salió bastante bien.

—Dígame la verdad, ¿le temblaron las piernas?

—Sí (confiesa riendo)… Al principio del primer partido y en el calentamiento me temblaron por los nervios. Conforme pasan los minutos se va pasando.

—Cuénteme la jugada en la que cree que pudo haberse estrenado con el primer equipo como artillero, aunque fuera en un amistoso…

—Me pasó en el partido con el Celje. Aarón se fue en el uno contra uno, llegó cerca del portero. Yo le acompañé, le acompañé… Sin embargo, al final se decantó por chutar. Yo estaba al lado, pero bueno.

—En cuanto a la relación con los jugadores, ¿elija un consejo que le han dado los compañeros?

—Sinceramente, todos me apoyan y me dan muchos consejos. Me marcó, especialmente, uno: «Trabaja a diario porque es el camino que debe llevar un deportista».

—¿Quién se lo dijo?

—David Albelda. He tenido muy buen rollo con él, con Rober (Soldado). Se han preocupado por cómo me encontraba. La relación ha sido excelente con todos.

—¿Qué jugador le ha dejado como a un niño con la boca abierta cuando ha entrenado y jugado a su lado?

—Soldado, como Villa, es un espejo donde mirarse. Si vuelvo a tener la oportunidad de seguir entrenando con ellos, este año voy a aprender mucho de él.

—¿Qué es lo que se puede aprender del ´9´ del Valencia?

—Muchísimas cosas. Rober tiene una gran capacidad para hacer goles, para definir cuando ve portería, además aguanta fenomenal de espaldas. Me he fijado mucho en Soldado en esta pretemporada y ya te digo que voy a coger muchas cosas de él… Los movimientos que hace a las bandas, el remate y el trabajo de desgaste por el equipo. Voy a intentar parecerme a Soldado.

—Antes nombró a Aarón. ¿Sabe que él también hizo la pretemporada con 16 años en año de Champions y ese curso acabó debutando en la máxima competición de clubes?

—Lo primero y en lo que estoy pensando ahora mismo es jugar, ganar minutos y no estar parado, en el banquillo y mirando los partidos. Mi meta es trabajar día a día para ser mejor.

—En principio, la idea que le transmitió hace unos días el club es la de que juegue con el filial en Tercera. Eso sí, con la opción de entrenar con el primer equipo y ser requerido por Emery cuando le necesite.

—Sí, me lo han comentado. Lo mío es aprovechar los minutos que me den en la categoría que sea de la mejor manera.

—Por el hecho de ser nuevo en el grupo, del mismo modo que Iván Rubio, Carles Gil o Isco, ¿le han gastado alguna broma o novatada?

—No (risas). Que va, no me ha pasado nada. Por el momento son buena gente en la plantilla y no nos han hecho nada extraño.

—¿Y en su pueblo, en Torrent, ya le conocen más?

—Lo cierto es que cuando vine del Europeo ya me trataron muy bien. Me reconocen por la calle, me paran y me dan apoyo. Es algo muy bonito.

—A Paco Alcácer se le nota encantado con lo que está viviendo. Quizá, la única nota negativa es que está en duda su participación en Japón con la selección sub´19 para jugar un Torneo Internacional.

—Es una ocasión muy bonita de estar allí e importante para mí, una oportunidad fenomenal, aunque sea un torneo amistoso. Se trata de la sub´19. Es un reto muy grande que con 16 años me convoquen para jugar en una categoría dos años por encima. La lesión del jueves en el abductor, no sé, si me lo impedirá.

—¿Había estado ya en el país del sol naciente?

—Sí, estuve con el Juvenil B cuando estaba Pepe Real.

—¿Le gustó el ´sushi´?

—No me gusta nada el ´sushi´ (risas). No salgo de lo que sea pasta, pescado y carne. Entonces estuvimos en Osaka… Vi demasiada contaminación medioambiental y mucha población, se acumulaban en los pasos de cebra (risas).

—¿Ha viajado mucho por el fútbol?

—Uff… Sí. He estado ya en Grecia, Italia, Holanda, Japón, Emiratos Árabes, Irlanda, Rumanía, Liechtenstein, Eslovenia… El fútbol me ha llevado a muchos sitios.