Bruno Saltor ha tenido mala pata. El lateral catalán cayó lesionado el trece de febrero en Gijón a mediados de la temporada pasada y desde entonces, aunque llegó a reaparecer con el equipo en partido oficial a finales de campaña, arrastra molestias en su tobillo derecho. El parte médico facilitado por el club en su día hablaba de una «fisura en una antigua calcificación en tibia a nivel del tobillo derecho» acompañada de «un derrame articular» con un tiempo estimado de baja de «cuatro semanas» aunque lo bien cierto es que el futbolista, ya a finales de campaña, reapareció —jugó varios partidos infiltrado haciendo un esfuerzo incuestionable hasta que el equipo se clasificó matemáticamente para la Champions— pero lo hizo con muchas molestias y ni tan siquiera llegó a finalizar el curso debido al dolor. Ese dolor, en parte, venía dado porque también sufría una «rotura parcial» de uno de los ligamentos de su tobillo y todo ello unido ha hecho que aún hoy, casi medio año después de caer lesionado, el futbolista, aunque se ve apto para participar junto al grupo y está entrenando al mismo ritmo que sus compañeros, arrastre aún molestias al apoyar el pie derecho.

Braulio Vázquez se refirió ayer al caso del defensor catalán en su comparecencia ante los medios: «Tengo las noticias del médico y del propio Bruno. La recuperación va siguiendo su proceso pero lo que no queremos es forzar a Bruno a jugar infiltrado como el año pasado. Bruno es súper importante para nosotros. Lo primero que quiero hacer es agradecer todo el comportamiento que tuvo el año pasado, que ha dado la cara por el club. Lo que tenemos que hacer es que siga su recuperación y luego pueda competir al 100%, no forzarlo». Sin embargo, cuando se le preguntó sobre si jugó con una rotura parcial de ligamento, el coordinador repitió su discurso anterior: «Jugó no estando al 100% y eso es de agradecer». Bruno, de hecho, reapareció un mes después de la lesión ante el Barça en el Nou Camp pero se tuvo que retirar cojeando ostensiblemente y pese a a ello aún jugó dos partidos más de Europa League y cuatro más de Liga hasta que el equipo certificó su clasificación matemática para la Champions League.

La versión de Braulio es la que se aproxima más al punto de vista del jugador quien considera que está ya en la fase última de su recuperación e incluso se ve en condiciones de participar con el equipo si Unai le requiere porque, a excepción de la primera semana en la que trabajó a menor ritmo que sus compañeros, lleva ya un mes y medio ejercitándose con el grupo e incluso ha entrado ya en la primera lista de convocados oficial para viajar a Málaga.

Plantillas especiales

Sin embargo, el hecho de que haya entrado en la convocatoria no significa que el futbolista esté ya al 100%. De hecho las molestias anteriormente mencionadas que se producen en el apoyo de su pie derecho y son en la parte superior externa de la zona donde se juntan empeine y tobillo, han hecho que al futbolista se le hayan diseñado unas plantillas para ver si se consigue reducir una dolencia que, a día de hoy, no ha remitido totalmente y por tanto sigue presente.

La cúpula del club, obviamente, es conocedora de la situación y en el fichaje de Stankevicius —que puede jugar de central o de lateral—, aunque en menor medida según afirmó ayer Braulio, también se tuvo en cuenta ese factor de modo que lo que hace unos meses fue un sobreesfuerzo encomiable del jugador para ayudar al equipo ahora, en cierta medida, se ha girado en su contra puesto que ha contribuido a que la entidad haya fichado a otro jugador en su posición y que es competencia directa suya, decisión por otra parte lógica a todas luces.