Manuel Llorente llamó personalmente al padre de Juan Mata el pasado lunes. El presidente del Valencia se puso en contacto con el agente del internacional asturiano hace dos días a través de una llamada telefónica. Las dos partes retomaron las conversaciones —el club las aplazó para reanudarlas a partir del mes de septiembre cuando las circunstancias lo permitieran— y hablaron de la disponibilidad de agenda que tenían ambos en los próximos días, ya que tras coincidir el domingo con motivo del Hércules-Valencia, el padre de Mata tenía previsto venir a Valencia. La conversación no ha ido más allá de momento, ya que sobre la mesa están con otros asuntos, sin haber fijado ya un día para sentarse en serio y tratar de avanzar en un asunto que no quieren convertir en un culebrón aunque no va a ser fácil.

La renovación no está prevista que se cierre en estos momentos. Sin embargo, eso no quiere decir que no se hayan comenzado a perfilar las posturas de cara a la reunión que mantendrán Llorente y Mata padre cuando la voluntad y la agenda de ambos lo permita. La idea del Valencia es ofrecerle al asturiano un contrato largo que oscilaría entre los cuatro y los cinco años de duración. El club también entiende y quiere hacer ver al entorno del futbolista que, tal y como está la coyuntura del club, el salario del futbolista sería inferior a las fichas más altas que actualmente se están cobrando en la plantilla. De hecho, el objetivo de la entidad de Mestalla es rebajar el tope salarial y que las fichas más altas vayan desapareciendo progresivamente.

Mientras tanto, Juan Mata hijo sigue batiendo registros cada partido. Si el pasado viernes escribía una página de oro siendo la representación del Valencia que recibía a la Copa del Mundo a su llegada a la capital del Turia, hoy puede a volver a hacer historia sobre el césped. El asturiano cumplirá hoy sus cien partidos de Liga con el Valencia. Muy lejos queda aquel debut con victoria en Almería por 1-2 en septiembre de 2007 y aquellos dos meses siguientes sin volver a jugar. Juan recuperó la titularidad de la mano de Koeman y ya nunca la dejó escapar. Se lo ganó a pulso con unos números que asustan. 33 partidos jugados en la 2007/08 —24 en Liga, ocho en Copa y uno en la Champions— y nueve goles marcados, cinco en la Liga y cuatro en la Copa. 45 partidos jugados en la 2008/09 —37 en la Liga, dos en la Copa y seis en la UEFA—y 14 goles marcados: 11 en Liga, dos en Copa del Rey y uno en UEFA. Y por último, los 51 partidos jugados de la pasada temporada —35 en Liga, dos en Copa y 14 en UEFA— con 14 goles marcados: nueve en Liga y cinco en la UEFA.