El Valencia se llevó un trabajado empate en un partido y contra un rival que poco o nada tenía que ver con los últimos adversarios a los que se han enfrentado los de Unai Emery. El equipo tiró de casta, carácter y coraje en la segunda mitad para enfrascar a los de Quique Flores y lograr un punto que de haberse alargado algo más el encuentro podrían haber sido tres.

Quizá sean esas virtudes del equipo en los segundos 45 minutos las que han motivado que el equipo echara en falta algo más de frialdad en su fútbol. Algo menos de corazón y más de cabeza. Una cabeza que, a pesar de la infinidad de balones centrados al área, sólo apareció una vez. Pero de qué manera. Albelda terció en una pugna en la derecha entre Pablo y Antonio López para decir "este balón es mío", puso con fuerza un balón al segundo palo para que como ya hiciera en Málaga apareciera en lo más alto la testa de Aduriz para empatar.

Antes que todo esto, lució poco el Valencia en los primeros 45 minutos. El Atlético salió bien plantado a Mestalla y al Valencia le costó dar más de tres pases consecutivos. El Chori quedó desenganchado de su rol de enganche y Mata apareció en la derecha para crear superioridad. Con esto síntomas y las anchas espaldas de Miguel y, sobre todo, de Mathieu, Quique vio claro el camino. Por ahí atacaron Reyes y Perea al galo, que se vaciaba más de la cuenta para cubrir los espacios que iba dejando y acabaría amonestado.

Los de Emery empezaron de igual manera que acabaron el choque, buscando por alto a Aduriz, al que la defensa rojiblanca no le dejó ni un mínimo espacio para rematar cómodo. Al minuto 18, el conjunto madrileño se plantó en un suspiro en el área de César. Diego Costa asistió al medio para la entrada de Simao que encaró a César y definió con demasiada tranquilidad. Les habían pillado a la contra.

El partido se iba tensando y se fue afeando conforme iban pasando los minutos. Siempre con el consentimiento de Iturralde González.

A la vuelta de vestuarios el Valencia salió con otro aire. Condicionado por la imposibilidad de conectar entre líneas, el equipo planteó un fútbol más directo y con un ritmo que no pudieran contener los de Quique. Esto se llevó al extremo con la entrada de Soldado y la reestructuración táctica al 4-4-2.

El efecto fue inmediato. De Gea salvó un gol cantado de Mata y pocos minutos después Soldado dispuso de dos acciones inmejorables para hacer gol: un cabezazo al primer palo que sacó De Gea a bocajarro y un disparo desde la larga distancia que hizo intervenir de nuevo al joven meta.

El equipo subía de revoluciones sabedor de la cercanía del empate y Emery daba entrada a Pablo. Las únicas interrupciones al juego las ponía Iturralde para amonestar a Mata por una acción en la que interpretó que simulaba penalti en una jugada más bien dudosa.

El equipo no se salió del guión y al final se llevó su merecido premio. Albelda, conectado en modo omnipresente, se plantó en la línea de fondo para llevarse un balón que parecía perdido y buscar al otro lado del campo a Aduriz. El donostiarra se elevó más que Domínguez e hizo justicia en el marcador.

Los instantes finales fueron totalmente del Valencia, volcado ante la meta de De Gea y alentado por un Mestalla que se quedó con las ganas de más minutos y de un gol más.

Ficha técnica:1 - Valencia: César, Miguel, Maduro, Ricardo Costa, Mathieu (Jordi Alba, m.73), Albelda, Tino Costa, Joaquín (Pablo, m.70), 'Chori' Domínguez (Soldado, m.55), Mata y Aduriz.1 - At. Madrid: De Gea, Perea, Godín, Domínguez, Antonio López, Reyes (Fran Mérida, m.75), Assunçao, Raúl García (Mario Suárez, m.81), Simao (Valera, m.92), Diego Costa y Forlán.Goles: 0-1, m.18: Simao. 1-1, m.83: Aduriz.Arbitro: Iturralde González (Comité Vasco). Mostró cartulina amarilla a los locales Mathieu, Albelda, Maduro, Mata y Jordi Alba y a los visitantes Fran Mérida, Diego Costa, Marios Suárez y Assunçao.Incidencias: partido correspondiente a la cuarta jornada de la Liga BBVA de Primera División disputado en el estadio de Mestalla ante unos 50.000 espectadores.