Esta vez Vicente Rodríguez ha sido el protagonista de la noche valenciana, al participar en un altercado junto a un amigo a las cinco de la mañana del viernes a las puertas de la discoteca ´La Posada de las Ánimas´, tal como adelantó Levante-EMV en su edición de ayer. Según los dos jóvenes supuestamente agredidos, a la puerta del local le dijeron a Vicente lo siguiente: «a ver si sales más». Esta reflexión fue el origen de una pelea.

Según los chicos que unos minutos antes se habían fotografiado con él, la pronunciaron con el ánimo de alentarle después de que no esté entrando mucho en los planes de Unai, sin embargo, el acompañante del ´Xiquet´ de Benicalap consideró que era una provocación, interpretando que no saliera tanto de fiesta. Miembros del club se pusieron ayer en contacto con el futbolista para pedirle una primera versión de lo sucedido, en la que admitió que estaba en el lugar de los hechos pero que su participación se limitó a «separar» a su amigo, insistiendo en que él en ningún momento agredió a nadie. Los presuntamente agredidos aseguran que fueron atendidos en el hospital Clínico, pero no han formulado ninguna denuncia.

Está previsto que mañana se produzca una conversación formal entre el futbolista y Braulio Vázquez, coordinador de la secretaría técnica, para escuchar su versión de los hechos y después está previsto que se le sancione por estar a las cinco de la mañana de fiesta, con el atenuante de que este fin de semana no hay competición.

Unai también va a hablar con el ´Xiquet´ y no va a realizar ningún tipo de valoración al respecto, pero es consciente que el Valencia se juega muchísimo en las últimas nueve jornadas del campeonato, donde no se le va a permitir ningún error para alcanzar el tercer puesto en la clasificación que ahora mismo ocupa el Villarreal con el coeficiente de puntos igualado. Y lo que va a dejar claro en su primera charla con el grupo es que «nada debe perjudicar al grupo». Vicente, a pesar de estar a las cinco de la mañana saliendo de una discoteca, acudió con puntualidad al entrenamiento, que no fue muy exigente antes de disfrutar de dos días y medio de descanso.

Sobre el futbolista no pesa ninguna denuncia a día de hoy, ya que la intención de los presuntamente agredidos es conversar antes con él para intentar llegar a un acuerdo amistoso. Los responsables de seguridad de la discoteca llamaron rápidamente a la policía para evitar que la reyerta fuera a mayores, pero cuando llegó, Vicente ya se había marchado a su domicilio porque la situación se calmó. Fuentes del VCF aseguraron a EFE que «lamentamos y rechazamos tanto el hecho de que se insulte a cualquier persona como que se pegue a alguien».