«Características de David Villa», «el joven Guaje», «Velocidad y remate al estilo Villa»… Estas frases encabezan los informes de Kevin Gameiro que manejan los clubes interesados en fichar el delantero de moda del fútbol galo, entre ellos, el Valencia, el Villarreal o el Sevilla. Para los ojeadores de estos equipos, las virtudes que muestra Gameiro en la Ligue1 son un calco de las que han hecho triunfar al actual jugador del Barcelona: Velocidad, tanto para desbordar al defensa como para definir, capacidad para asociarse en pared y asistir, habilidad para leer los espacios…

Es más, es el propio jugador el que habla a las claras de su parecido con David Villa. El ´9´, ligero y veloz como un gamo, es comparado en los estadios franceses con el Guaje. Gameiro quiere jugar en el Valencia y el ´7´ es su modelo a seguir. «Tengo el mismo estilo que David Villa: Pequeño y móvil, a la búsqueda de la verticalidad en el campo, sin ser egoísta… ¡Si hay que pasar el balón, lo paso!», ha confesado el punta del Lorient en la prensa francesa.

Quienes mejor conocen a Kevin cuentan que el francés aprende del asturiano las formas de controlar y proteger el balón delante de defensas mucho más fornidos que él. Parecidos en estilo, la fisionomía de Gameiro es idéntica a la de Villa. Los dos pesan 70 kilogramos y solo les separan dos centímetros de altura. «Siempre he sido más bajito que los defensores y eso me ha servido para volverme más astuto.

Últimamente he ganado músculo, pero sólo peso 70 kilos, así que me veo obligado a ser inteligente para poder encarar a los más grandes. Aún así debo mejorar mi protección del balón y mi juego de cabeza», indicó en una entrevista concedida a ´Le Journal du Dimanche´.

Gameiro tiene 23 años, la misma edad con la que el Valencia fichó en verano de 2005 al Guaje procedente del Zaragoza. El francés es todavía un jugador en crecimiento, como lo era el español cuando dio sus primeros pasos en Mestalla. Mientras Villa comenzó a darse a conocer con el Sporting, Gameiro lo ha hecho en Lorient. Tres años en los que ha evolucionado para «saber hacer otras cosas sobre el campo, además de marcar goles». «Antes era un crío, jugaba sin levantar la cara. No pensaba mucho en los compañeros, era incapaz de dar un pase. Ahora me he hecho más completo, ayudo al medio campo… Sé que puedo partir en carrera con un metro de desventaja con el defensa que siempre le acabaré ganando por mi velocidad. Pocas veces estoy en fuera de juego. Los defensas saben que deben prestarme atención, ya les causo un respeto», explica.

El momento de dar el salto a un grande también equipara la historia del pequeño atacante con la de Villa. Gameiro llegaría al Valencia, si finalmente se concreta la operación, después de marcar 48 goles y dar 17 asistencias en tres campañas con el Lorient en Primera. Por su parte, el Guaje fichó tras conseguir 32 dianas en dos años en Zaragoza. Por entonces, el Guaje había debutado con la selección española en febrero de 2005 frente a San Marino. Hoy en día, Kevin apenas lleva 32 minutos jugados en un par de amistosos y un duelo oficial con la nueva Francia de Laurent Blanc. Una selección para la que le gusta el patrón de «jugadores bajitos» que ha llevado a la España de su espejo futbolístico a ser campeona del mundo. «Había una época en la que los pequeños no tenían oportunidades en Francia. Afortunadamente Gourcuff (técnico de Lorient) y otros han visto mis cualidades. Después de todo, en España, campeona del mundo, no hay ni un gigante ni tampoco lo es Messi».

Kevin, como David, lleva el gol en la sangre. Ambos están entre los máximos artilleros de sus ligas. El del Lorient acumula 20 dianas en 31 partidos y sólo le supera Sow (Lille). El Guaje camina detrás de Messi y Cristiano con 18 tantos en 32 partidos con el Barça.