19:15 horas de ayer y Unai aparece por el hall de la Ciudad Deportiva de Paterna con una camisa de colores y pantalones vaqueros. Para él no era un día más, ya que la madrugada anterior se había dado el gran paso hacia su renovación en el Valencia en una reunión a tres bandas y sin miradas ajenas entre el presidente Manuel Llorente, Braulio y el técnico. Emery sacó tiempo para ir a ver el final del entrenamiento del Prebenjamín C donde juega su hijo Lander después de hacer unas cosas en su despacho y SUPER quiso estar a su lado.

Nos recibe con la amabilidad de siempre, consciente de nuestra presencia en la Ciudad Deportiva, aunque como el sol empieza a esconderse y sopla el viento, da unos pasos atrás hacia su vehículo para cubrirse con una chaqueta. Transmite tranquilidad e ilusión, al presidente le dio el ´Sí quiero´ porque se ve con muchas fuerzas de seguir y así se lo confiesa a este diario: «Tengo muchas ganas de continuar», antes de apuntar que «el Valencia y yo vamos a seguir creciendo juntos». Estas palabras ganan peso cuando se escuchan en primera persona, ahí su mensaje tiene fuerza.

Cuando Unai marcó el teléfono de Manuel Llorente el lunes por la noche para hablar con él, el presidente le citó en su domicilio y acabó adelantando mínimamente los plazos marcados en su agenda. El club había decidido ofrecerle la renovación a Unai después de asentarse matemáticamente en la tercera posición, pero la conversación entre ambos tuvo dos partes; la primera para hablar de la relación personal que tienen ambos, ya que si decidían continuar de la mano debían dar cada uno sus puntos de vista para intentar transmitir una imagen de fuerza y unión.

Es una cuestión de intercambiarse confianza, pero de verdad. Después se incorporó Braulio porque aprovechando el encuentro, empezó a ponerse la primera piedra del proyecto de la próxima temporada, con la figura del entrenador en la cúspide. El coordinador de la Secretaría Técnica también era una pieza importante a la hora de tomar la decisión sobre la continuidad o no del entrenador. Si el VCF, en nombre de su presidente ejecutivo, le iba a comunicar a Emery que el club le ofrecía continuar una temporada más, también querían saber cuanto antes cuál era la opinión del técnico. No había tiempo que perder y Unai esbozó una sonrisa: «Claro que me gustaría continuar. Tengo ganas y me siento con fuerza». En el domicilio del presidente se dio el primer paso y empezaron a valorar aspectos de cómo había ido la temporada para mejorar de cara a la próxima. Ni se negoció ni se llamó en ese momento a su representante, Iñaki Ibáñez, pero las dos partes dijeron por supuesto que no habrá problemas en sellar el acuerdo porque es lo que desean las dos partes.

¿Va a poner condiciones Unai para seguir? Sí, pero ninguna va a poner en peligro la unión que se fraguó el lunes de madrugada en el domicilio del presidente. Ambas partes consideran que pueden seguir creciendo… de la mano.