Parecía que todo iba por el buen camino con Manuel Fernandes, que en los últimos tiempos con la camiseta blanquinegra hizo patente que quería un cambio de aires y, finalmente, fue cedido en el pasado mercado de invierno al Besiktas hasta el final de la presente temporada. Pero un cambio de aires no ha significado un cambio de actitud para el jugador, y para muestra el lío en el que se vio involucrado tras escándalo nocturno en una discoteca en Estambul junto al ex-madridista Guti. Así, la posible opción de compra por parte del conjunto turco se tambalea y el momento de la verdad se acerca inminentemente. El próximo 30 de junio termina el ejercicio futbolístico, ¿qué hará entonces el Valencia con esta patata caliente? El conjunto otomano tiene una opción de compra de ocho millones de euros, pero de momento, está dispuesto a ofrecer solo la mitad.

La historia de Manuel Fernandes con el Valencia CF ha sido siempre, cuanto menos, controvertida, pero las desavenencias entre el jugador y el

conjunto valencianista llegaron a su momento álgido el año pasado. En enero ya hubo un primer intento de cesión al Inter de Milán, pero su fichaje fue desaconsejado por presuntos problemas en la revisión médica. A partir de entonces, los minutos de juego le fueron concedidos a cuentagotas. De esta manera, el malestar para el centrocampista fue in crescendo y encontrarle una salida se convirtió en una prioridad al finalizar la temporada 2009/10. El Málaga estuvo dispuesto a recibir a Fernandes, pero éste dio marcha atrás y decidió permanecer con los valencianistas durante la presente campaña en el último momento.

Equipo y jugador adquirieron un compromiso que poco tardó en darse una nueva tregua. Fernandes llegó a disputar ocho partidos, pero la relación volvió a enfriarse y, poco a poco, pasó a ser tratado como segunda o, incluso, tercera opción. Los rumores de cesión al conjunto turco cobraron fuerza y en diciembre se cerró su nuevo destino. Así, Fernandes milita desde el pasado mes de enero en el Besiktas, donde ya suma 14 partidos jugados en Super Liga, que finaliza el próximo 22 de mayo, y 6 de Copa, competición nacional en la que el equipo turco se ha alzado con la victoria esta misma semana. En esta recta final, el Valencia no cuenta con tanto tiempo como podría desear, ya que debe empezar a valorar qué puede hacer con el indomable centrocampista a su regreso a casa.

Los altercados en la noche no son algo nuevo en el expediente de Fernandes. Su paso por el VCF ya estuvo marcado por alguno que otro. De hecho, el más sonado de su trayectoria aconteció en la capital valenciana en enero de 2008, durante la celebración del cumpleaños de su compañero Miguel. El centrocampista portugués llegó a ser detenido y pasó una noche en el calabozo tras una pelea a la salida de un local de la ciudad, en la que el hermano del lateral valencianista también se vio involucrado. Ambos jugadores recibieron un mes más tarde un comunicado del club, ya que el Consejo de Administración decidió que el expediente indisciplinario abierto en su momento debía derivar en una sanción económica. Cada uno tuvo que abonar 25.000 euros. Así, Fernandes y Miguel se convirtieron en los jugadores con la mayor multa impuesta en la historia del equipo. Fernandes también repite experiencia en esta materia. El jugador llegó al Valencia en la temporada 2007/08 y, apenas jugada la primera vuelta de la Liga, fue cedido al Everton. Su bajo rendimiento y la llegada de Éver Banega en el mercado de invierno eclipsaron fácilmente al portugués. Además, los escándalos fuera del terreno de juego no hicieron más que sumar razones para forzar su salida. Y la historia parece que se repite. Los mismos motivos que hace tres años sembraron las dudas en el equipo valencianista, la productividad en el campo y las salidas nocturnas, siguen siendo asignaturas pendientes para el jugador. ¿Será de nuevo otra cesión la mejor opción para Fernandes?