A su vuelta de A Coruña se llevó a casa su camiseta, pero «para que no se pierda»... César asegura que sus ganas de volver a jugar la próxima temporada con el VCF son las mismas que las del primer día. Ha disfrutado de su buena temporada defendiendo la portería del conjunto blanquinegro, un año en el que también ha aprendido a superar las lesiones. Una vez recuperado no se marca límites. Se sentará a hablar con el club, pero pase lo que pase con su futuro en el club está convencido de que entenderá cualquier decisión, como también entiende el fichaje de Diego Alves. Una competencia que no le asusta, ya la ha tenido este año con Guaita y Moyà.

Su último partido de la temporada en Riazor fue de diez.

—Hice mi trabajo. Evidentemente todos nos sentimos satisfechos cuando hacemos nuestro trabajo a un buen nivel, pero también fue un día especialmente difícil por las circunstancias que atendían al Depor. Hay que ser un poco respetuoso y condescendiente con los compañeros y las familias que lo están pasando mal, pero teníamos que hacer nuestro trabajo y si no era el Depor iba a ser otro equipo el que bajara. Podían ser clubes en los que nosotros tenemos amigos y compañeros, pero sobre todo nosotros tenemos un escudo y una camiseta que defender, y eso donde quiera que sea y en las circunstancias que sean, debemos llevarlo a la máxima expresión.

—¿Un portero sabe dejarse goles?

—No, no. Primero no es algo ni ético ni que se te pase por la cabeza. Hago mi trabajo, entreno cada día y ya llevo muchos haciéndolo muchos años para parar todo aquello que llega cerca de dónde estoy, que es por lo que me pagan y es por lo que me gusta el fútbol. Seguramente no sabría, nadie sabe dejarse un gol, y entiendo que a ellos se les pasen muchas cosas por su cabeza, porque la impotencia de esos momentos la he vivido y es algo brutal. Pero no puede ser y hacemos nuestro trabajo.

—Con la imagen que dieron también demostraron su honradez.

—Esa es la palabra, al final tu haces un trabajo y aunque tienes la sensación de que si el Deportivo hubiese ganado se hubiera salvado, no se baja en un partido, sino a lo largo de 38 jornadas. Un único partido no es decisivo.

—Ha acabado la temporada a un nivel excelente, ¿es para ser muy optimistas para continuar en la élite?

—¡Me queda fútbol! Jaja. Sí, tengo claro que quiero seguir jugando al fútbol y participando de un grupo de futbolistas donde disfruto, donde me lo paso bien. Tengo todavía ambición, ganas y una ilusión tremenda. Ha sido un año de absoluto disfrute, también de experiencias nuevas con lesiones que nunca había tenido la oportunidad de vivir. Me he recuperado bien y a veces pasando por momentos difíciles y complicados. Por todo hay que pasar, te haces más futbolista a pesar de tener una edad ya importante, pero sigues aprendiendo y eso es lo fundamental, seguir y mantenerse vivo. Para mí es fundamental seguir teniendo retos y objetivos que cumplir, eso es lo que me mueve.

—¿Y cuál es su siguiente reto?

—Seguir jugando.

—¿De dónde saca esa fuerza? ¿Con partidos como el de Riazor?

—Bueno, no me marco límites de edad, pero esta semana me recuperaré, pasar por chapa y pintura (bromea)… Ahora llega un momento de descanso y es muy importante en este período llegar en condiciones óptimas a la pretemporada, llegar con los deberes hechos, esto no para porque el día que te paras te pasan por los lados. A competir, a recuperarse, haciendo todas las cosas necesarias para seguir jugando.

—¿Le ilusionaría seguir en el VCF?

—Hay cosas que no hace falta decirlas. Es evidente que me ilusionaría seguir, pero ahora es un momento para disfrutar esta tercera posición, de todos porque es un objetivo muy difícil de lograr. Hemos estado dos años seguidos, el equipo va a volver a tener la oportunidad de jugar Champions y volver a vivir noches mágicas. A partir de ahí, cuando hablemos con el VCF y el buen ambiente que hay desde el primer día que llegué, hablaremos y pase lo que pase será algo muy tranquilo, muy sosegado, y entendible desde cualquier punto de vista. ¿Cómo no voy a entender que el VCF haya fichado a Diego Alves? Entiendo las decisiones del club como parte de un trabajo que consiste en intentar mejorar cada año para mantenerse arriba, y eso también pasa por fichar jugadores. Los que estamos y los que estén, al final debes luchar para que el nivel competitivo sea igualmente alto.

—La idea es contar con un tercer portero joven que entrene con el primer equipo y juegue en el filial, pero tampoco se descarta su renovación. Pero si César se queda… ¿es para competir por la titularidad?

—Sobre hipótesis es mejor no hablar, no me voy a adelantar a los acontecimientos. Se abre un período de diálogo, de resolver el futuro de gente que acaba contrato, otros que vienen, y a partir de ahí valoraremos cualquier cosa que se produzca según vaya pasando, pero no adelantarnos. Cuando estén los argumentos y dialoguemos, seguro que hablamos de todo. Mi profesionalidad y ganas de volver a estar aquí jugando al fútbol es la misma.

—Si el VCF le ofrece la continuidad, ¿cuánto tiempo tardaría en firmar?

—Lo mejor es valorarlo llegado el momento, hay otras situaciones prioritarias y lo mío es cuestión de sentarse, hablar y nos entenderemos cualquiera que sea su decisión —el club— y la que mi gente tiene preparada.

—Me refería a que allá donde esté lo que quiere es competir, ¿no?

—Una cosa es competir y a veces lo malinterpretamos. No hay mal rollo en la competición, creo que este año hemos demostrado que tenemos un buen rollo y un ambiente de trabajo espectacular con Otxotorena y el resto de porteros. Desde que llegué aquí ha sido así y va a ser siempre desde mi punto de vista, no lo entiendo de otra forma y eso no significa que no nos necesitamos unos de otros, porque el que juega necesita al que no lo hace para ponerle las cosas difíciles y tenga la sensación de que tiene que estar a un nivel alto para que el equipo salga reforzado, lo cual no implica que haya un mal rollo. A Guaita lo quiero muchísimo, a Moyà ni te cuento porque he pasado mucho tiempo con él en la sombra de la recuperación, y a cualquiera que venga… Jugar no depende de nosotros, es una decisión propia del míster.

—Ahí estamos de acuerdo, pero si no tuviera esa ilusión por ser titular no estaría jugando a este nivel tantos años.

—Fundamentalmente porque es una cuestión de roles, en un momento determinado te toca jugar, como ahora en estos partidos, antes lo hizo Guaita, previamente Moyà y empecé la temporada jugando yo, de eso se trata. Si algo ha demostrado la portería del VCF este curso es su nivel alto como el resto del equipo y eso es necesario para conseguir los objetivos.

—De A Coruña regresó con su camiseta en la mano, ¿percibe que ha sido su último partido?

—No, no. La camiseta me la quedé para que no se pierda, me gusta guardármela porque la próxima temporada se cambia de marca. No tengo una sensación de que haya sido mi último partido con el VCF, hay que vivir al día, no me planteo esas cosas.