El Valencia Mestalla no falló en el partido más importante de toda la temporada y, tras más de nueve meses de duro trabajo recogió sus frutos con el ansiado ascenso a Segunda División B. Los de Vicente Mir firmaron un excelente partido en todos los aspectos y sentenciaron con dos goles en los segundos 45 minutos.

El filial blanquinegro salió muy enchufado al encuentro y creando peligro a través de las botas de Isco. Sin embargo, la lesión de Montoro en el minuto 4 de partido frenó el ímpetu inicial. El Alcobendas empezó a encontrarse más cómodo y, sobre todo por las bandas, creó cierto peligro en la portería de Saúl. La acción más destacada fue un remate de Ismael en el minuto 26 que se fue rozando el palo cuando ya parecía que entraba. Cristian respondía para el Mestalla cinco minutos después pero no acertaba a colocar un balón que le había servido Isco en bandeja tras una jugada ensayada. En el 34 llegó la jugada más peligrosa del Alcobendas con un remate de Municio que se estrelló en el palo. Eran los momentos más delicados del encuentro para un filial que supo aguantar estoicamente las acometidas de los locales para marcharse al descanso con 0-0 y la eliminatoria a su favor. En este tramo final se pudo ver cómo la tensión comenzaba a aflorar y se traducía en jugadas con demasiada agresividad.

En la segunda mitad se vio todo un recital de los de Vicente Mir. Con un trabajo táctico magnífico, el Alcobendas no llegó a la portería de Saúl hasta después del 0-1, obra de Miñano en el minuto 69. Un contragolpe de libro conducido por Portu y finalizado magistralmente por Miñano con un tiro cruzado desde la frontal del área. La eliminatoria estaba casi encarrilada, pero quedaba cerrarla. Ahí el equipo blanquinegro volvió a demostrar que además de calidad tiene oficio y resistió todas las embestidas de un rival que, al igual que en el encuentro de ida en el Mini de Paterna, acusó de manera exagerada el cansancio en el tramo final del encuentro. Sin embargo, los cambios de Mir daban otro aire al equipo valencianista. Con 0-0 en el marcador Paco Alcácer salió del campo y entró Javi Lara. Lejos de notarse la ausencia de uno de los ´cracks´ de este equipo, el mediapunta dio toda una exhibición de velocidad, regate, control, visión de juego, y sirvió en bandeja el 0-2 a Carles Salvador, que apenas llevaba tres minutos en el campo.

Con el pitido final del árbitro se desató la locura entre la expedición valencianista y los jugadores corrieron a celebrarlo con sus familiares y amigos, que habían estado animando durante todo el duelo.