Hay que empezar a hacerse a la idea de que Miguel Brito podría continuar una temporada más en el Valencia. En la reunión que mantuvieron el jueves en las oficinas del club, Braulio Vázquez garantizó a Unai Emery que el próximo día 7 habrán salido algunos de los futbolistas con los que no cuenta para comenzar la pretemporada, pero también le puso sobre la mesa que va a haber casos muy complicados y alguno prácticamente imposible. El más evidente es sin duda el del lateral portugués, al que le resta un año de contrato y ni el club ni su representante han hallado la manera de encontrarle una salida.

Al primero que no le entusiasma la idea de reintegrar a Miguel al grupo es a Unai Emery, que no cuenta con él. Tampoco a Manuel Llorente ni a Braulio Vázquez, porque consideran que le han dado todo el apoyo y la confianza en los últimos años y él no ha correspondido con su comportamiento ni tampoco con su rendimiento. Todavía quedan algunos días hasta el próximo 7 de julio, pero si no ocurre un milagro lo más probable es que Miguel no haya encontrado una salida para entonces. La cruda realidad a día de hoy es que Miguel dificilmente va a encontrar equipo y que las medidas de fuerza que puede tomar el Valencia, ya sea alargar sus vacaciones o dejarlo apartado del equipo durante la pretemporada, no van a mejorar la situación.

Braulio Vázquez sí confía en que su compatriota Manuel Fernandes saldrá de la disciplina del club en los próximos días, posiblemente de regreso hacia la Premier o quizá hasta reconsidere su decisión de no seguir jugando en Turquía. El trío lo completa el Chori Domínguez. Una vez cerrada la puerta del Mallorca tampoco lo ven claro.