Dentro del lado negativo de la abultada derrota del Valencia en Viena, el gol de Pablo fue sin duda el aspecto más positivo. Todo un golazo. El castellonense arranca en campo valencianista, recorre unos metros y empieza a sortear uno a uno a varios adversarios, con dos caños incluidos y un autopase, hasta adentrar en el área y batir por abajo al guardameta del Rapid de Viena.