El partido, al margen del primer punto para el filial blanquinegro en su vuelta a la categoría de bronce, dejó dos malas noticias, una especialmente, en forma de lesiones. Ángel Montoro fue el peor parado ya que se fracturó el peroné y estará en torno a tres meses alejado de los terrenos de juego. Una lástima, sin duda, ya que el centrocampista del filial acababa de recuperarse de una fractura de menisco que se produjo en el último partido de la temporada pasada en Alcobendas y que le había privado de realizar la pretemporada a las órdenes de Unai Emery con el primer equipo. La desafortunada lesión se produjo al inicio de la segunda mitad, en un balón dividido al que entraron con fuerza el propio Montoro y un jugador del Lleida, con la mala suerte de que el valencianista se fracturaba el peroné.

El otro jugador que tuvo que ser sustituido antes de tiempo por problemas físicos fue el central Pol Bueso. El ex del Castellón, que estaba completando un buen partido en el eje de la zaga junto a Tano, se retiró del terreno de juego en el minuto 54 con un fuerte dolor en la rodilla. Hoy se someterá a unas pruebas para conocer el alcance definitivo de la lesión pero todo apunta a una posible rotura del menisco.