Tino Costa dio ese paso al frente que pedía Emery y que necesitaba el equipo después de la inoportuna lesión de Éver Banega. El argentino no sólo reemplazó a su compatriota formando pareja con Albelda en el centro del campo. Fue ese jugador decisivo que, como recordó el técnico vasco en la previa del partido, dio muchos puntos la pasada temporada. Anoche volvió a hacerlo en el césped del Ciutat de Valencia con dos acciones que decidieron el derbi. Una asistencia medida de treinta metros que, entre Javi Venta y Jordi, acabó en el primer tanto y un gol de falta que, también con la ayuda de Munúa, se convirtió en el tanto decisivo.

Tino volvió a ser el jugador determinante de la temporada pasada. Una buena noticia para un Valencia que parecía estar condenado a la ´Banegadependencia´. Por suerte, no ha sido así y Tino se ha erigido en la alternativa. Le costó entrar en juego en los primeros minutos contra el Leverkusen. Se le notaba la falta de ritmo. Sin embargo, poco a poco fue entonándose. De sus botas salió el saque de esquina que Rami cabeceó a la red para ganarle el ´gol-average´ a los alemanes. Entonces formó pareja con Topal. Ayer fue el turno de Albelda. El argentino comenzó a ser protagonista desde los primeros compases del derbi. Tres balones parados en los cinco primeros minitos eran la prueba. Sin grandes alardes, Tino se hizo dueño del balón en la medular y controló el partido con Albelda ganándole la partida a Iborra y Xavi Torres, más pendientes de destruir que de crear. Fue a la media hora cuando de sus botas salió el detalle de calidad del derbi. Un espectacular pase interior de treinta metros a la espalda de Javi Venta y Ballesteros que Jordi Alba, con ayuda del lateral derecho del Levante, aprovechó en el mano a mano ante Munúa. Fue la asistencia, porque el gol llegó en el minuto 49. Tino botó una falta directa muy bien pegada que Munúa ayudó para que acabara en gol. Un tanto dedicado a Éver. Pero, ahí no acabó su fútbol. Perdonó el tercer gol después de la reanudación al recrearse en un recorte en el área y volvió a intentarlo con un lanzamiento flojo desde la frontal.

A la finalización del partido, el argentino expresó su alegría por su actuación en el derbi. «Lo necesitaba, era importante volver a jugar y las cosas se me han dado bien. Hemos jugado con mucha intensidad y los tres puntos han sido importantes». Preguntado por Éver, Tino lamentó la lesión y se presentó como alternativa. «Es una pena porque estaba haciendo un buen trabajo. Ahora me toca a mí, o a Dani, al que le toque va a estar ahí». De momento, ayer lo hizo él y lo hizo de la mejor forma posible. Ni rastro de ´Everdependencia´.