La constante lluvia caída ayer y la que se espera a primera hora de hoy va a provocar que el césped de Mestalla esté pesado. El agua y el barro serán un obstáculo para que el balón ruede con normalidad en una hierba replantada recientemente. Por ello, parece que el Valencia tendrá que sacrificar durante buena parte del choque ante el Genk su habitual fútbol combinativo y apostar por un juego más directo en busca de la portería. Es ahí donde cobra fuerza la opción de que Aritz Aduriz acompañe a Roberto Soldado en el ataque.

La UEFA permite no hacer pública la alineación hasta una hora antes del partido y, en principio, Unai Emery no tomará la decisión hasta ese momento. En función de la intensidad de las precipitaciones y de cómo funcione el drenaje, se espera que el césped pueda mejorar su estado para la hora del encuentro. Llueva más o menos, el técnico del Valencia ya baraja seriamente la alternativa de Aduriz. Ahora bien, aún debe decidir si desde el principio, porque el campo le obliga desde el minuto 1 a reducir las circulaciones de pelota; o durante la segunda parte.

Sin embargo, la entrada de Aduriz no sería la única variación que podría generar el clima y la situación de la hierba. Si el vasco entra en el once, Jonas o Feghouli esperarían en el banquillo. El franco-argelino es el que más opciones tiene para ser el titular en la banda izquierda, debido a su capacidad de brega y desgaste. En la derecha Pablo Hernández recuperaría la titularidad tras la excelente segunda parte que completó el sábado contra el Real Madrid. Como acompañante de Tino Costa en el doble pivote volvería a estar el capitán David Albelda.

En la portería Diego Alves seguirá siendo el portero de Champions, mientras que Rami y Ruiz son inamovibles en el eje central. Eso sí, en los carriles se multiplican las posibilidades. Los cinco laterales de la plantilla —Bruno, Miguel, Barragán, Jordi y Mathieu— entraron en una lista de 20 convocados de la que el técnico debe descartar hoy a dos jugadores. Emery convocó a todos los hombres disponibles después de una sesión que sólo duró 30 minutos bajo la lluvia. El míster paró el entrenamiento antes del ´partidillo´ para evitar los contactos y, por ende, cualquier riesgo de lesión en un césped del Mini Estadi en el que abundaban los charcos y el barro. Antes el equipo analizó con un visionado de DVD al Genk.