El tiempo ha demostrado que el percance sufrido por Guaita hace 15 días, entrenando en Paterna, no era cualquier cosa. Aquella parada en mala posición, a tiro de Pablo, no sólo puso en duda su presencia en el choque ante el Madrid, sino que finalmente le impidió jugarlo y volverá a hacerlo mañana en Vallecas. Las molestias del meta en la mano derecha no han remitido, por lo que Emery, salvo causa de fuerza mayor, volverá a dejarlo mañana en banquillo. Diego Alves, que sí está al 100%, será quien se ponga bajo palos ante el Rayo.

El de Torrent comprobó ayer mismo que el edema óseo que sufre en la base del tercer metacarpiano continúa prácticamente igual que hace dos semanas. Así lo demostraron las pruebas a las que se sometió en el Centro de Rehabilitación de Levante después del entrenamiento, en compañía de uno de los médicos del club. Por un lado, una resonancia magnética. Por otro, un TAC. Y en ambas pruebas apareció una inflamación similar a la que se podía ver en el chequeo de idénticas características que se le había practicado tras el percance.

La dolencia de Guaita viene de lejos. Primero, porque la temporada pasada ya se había hecho daño en la misma mano tras chocar con Aduriz en el entrenamiento. Y segundo, y más importante, porque el pasado 23 de octubre, en el choque ante el Athletic, Llorente le pisó la mano y le dejó seriamente tocado. Desde entonces, y hasta el problema de hace 15 días que agravó la lesión, Vicent estaba jugando con molestias e infiltrado. Algo que podría volver a hacer ahora, aunque con la lógica merma de facultades que provoca el edema óseo.

En este tipo de molestias, el único camino hacia la recuperación total pasa por dar descanso absoluto a la mano durante varias semanas seguidas. Pero como esa solución es inviable actualmente, con la campaña a mitad, el de Torrent está alternando sesiones de mayor y menor exigencia. Ayer, por ejemplo, apenas realizó trabajo de campo después de calentar con el resto de suplentes frente al Chelsea; los médicos prefirieron que se ejercitase en el gimnasio.

Lo cierto es que Guaita estará en la convocatoria. Viajará a Vallecas para ser suplente. Y lo hará con una férula en la zona dañada, que le acompaña durante los últimos días como medida de precaución. El objetivo es evitar que la mano salga perjudicada de un nuevo e hipotético percance durante su rutina vital.