—¡Vaya semanita! Y no me refiero, justamente, al programa de humor de televisión.

—Han sido unos días complicados, la verdad. Hemos sufrido dos derrotas importantes, porque han supuesto la eliminación de la Champions y dejar escapar la oportunidad de estar con los de arriba en Liga, pero ahora hay que pensar ya en la Copa. Empieza una competición nueva y no podemos quedarnos lamentándonos.

—El caso es que estaban avisados. Contra el Espanyol, pese al triunfo, el técnico ya había advertido que las cosas no se estaban haciendo bien en los últimos partidos.

—No se estaban haciendo del todo bien pero ganábamos, que era lo importante. Contra el Chelsea ya sabemos todos lo que pasó, que ni ganamos ni hicimos las cosas bien, y entramos en una dinámica negativa que hay que cambiar cuanto antes.

—Para eso está la Copa. El año pasado, cuando viajaron a Logroño en la primera ronda, el panorama era parecido: malos resultados y dudas.

—El rival no es el mismo, pero sí, la situación es muy similar. Ahora sólo falta repetir el resultado; nuestra intención es ganar con soltura, como entonces (0-3). Aunque tengo muy claro que el Cádiz saldrá a apretarnos, que no será fácil.

—Oiga, tiene algún conocido en la plantilla del Cádiz.

—No, no conozco personalmente a ninguno de sus jugadores. Sé que está Serrano, ex del Levante, y algún jugador más al que me he enfrentado en alguna oportunidad.

—¿Y les ha visto jugar?

—No he tenido la ocasión. Está en Segunda B, por lo que hay pocas posibilidades de ver un partido suyo en televisión. Mañana —por hoy— el míster nos explicará a qué nos enfrentamos.

—Volvamos a lo que me decía antes. Eso de que el Cádiz apretará…

—Para ellos, es una oportunidad única de enfrentarse a un grande, de dar la campanada. Pero da igual. Tenemos que afrontar el partido con la actitud necesaria, con igual o más motivación que ellos, incluso.

—El club, con su discurso, señaló en rojo la Copa a principios de curso. ¿El título serviría para curar las heridas de los últimos cursos?

—Ganar este título supondría una gran alegría para los valencianistas, por lo que habrá que luchar con todas nuestras fuerzas por él. Recuerdo la última Copa del Valencia, la de 2008, que yo estaba en el filial y estuve viendo la final en Madrid. ¡Qué espectáculo! Marcó prontito Mata y fuimos superiores al Getafe…

—El problema, por lo visto en los dos últimos años, es que Barça y Madrid también son rivales en esta competición.

—Aunque la Copa no es nada fácil últimamente, la final del año pasado la vi por la televisión y este me gustaría jugarla. Los torneos de eliminatorias siempre suponen una motivación especial, aunque por ahora no me haya acompañado la suerte. En la 09/10 nos eliminó el Depor en octavos, después de dejar atrás al Alcoyano; el año pasado también jugamos sólo dos rondas; incluso mi debut en Copa, el año que estuve cedido en el Nàstic, quedó reducido a un solo partido: perdimos 0-2 con el Girona,

—Entonces, ¿qué mensaje le manda a la afición?

—Que vamos a llegar más lejos que en años anteriores, seguro.

—Tenga en cuenta que cuanto más arriba suba, más dura puede ser la caída. Seguro que no ha olvidado la eliminación del año pasado en El Madrigal.

—Aquella vez se generaron muchas expectativas, sobre todo cuando el partido se puso a nuestro favor al descanso, con un 0-2. Sin embargo, en pocos minutos cambió todo y quedamos eliminados.

—Se acaba 2011. Habrá que hacer un último esfuerzo, ¿no?

—No queda otra que ganar los tres partidos que quedan; los dos de la eliminatoria de Copa y el de Liga, contra el Málaga. Si queremos irnos satisfechos a Navidad, hacer bien el trabajo, es lo que toca.

—Gracias a la sanción que cumplió el pasado sábado, en Liga, al menos afronta esta recta final fresquito…

—He descansado, pero a mí me hubiera gustado ayudar ante el Betis. En fin, espero no perderme más partidos por sanción, que ya van tres en lo que va de temporada.