Sergio Ventosa debutó en Gandia como técnico del filial. Tras su paso por el juvenil de División de Honor, el club lo designó como recambio de Vicente Mir. El primer envite se saldó con un empate a cero que, si bien no saca al Mestalla de los puestos de descenso, sí que es valorado positivamente por el técnico, porque cree que es el camino a seguir. «Las sensaciones fueron buenas. El objetivo era no encajar tantos goles y tras dos entrenamientos logramos mantener la portería a cero. Debíamos ser más compactos atrás y hacer daño arriba, porque tenemos calidad, aunque nos faltó más continuidad ofensiva. Pero el trabajo que habíamos hecho en pocos días se vio plasmado en el césped», explicaba a SUPER Ventosa. El preparador, de 30 años, ensalza que su grupo «no se mostrara endeble» en el Guillermo Olagüe. «El equipo compitió y dio ritmo al partido. El gran hándicap de los filiales suele llegar a la hora de jugar ante jugadores de más edad y de mayor poderío físico, pero dimos la cara en todo momento».

Con la permanencia como objetivo, Ventosa reconoce que ahora «hay que ser muy prácticos, más que nunca, sin desmerecer la formación. Al final no se acordarán si jugamos bien en Gandia y sí si perdimos y nos cuesta la categoría. En Segunda B suele haber pocos goles, por lo que no podemos jugar a un intercambio de goles y querer ganar los partidos 3-2 ó 2-3»

Para sellar el reto no hay tiempo que perder, por lo que las vacaciones navideñas van a ser cortas, «de unos cinco o seis días», explica el técnico, quien confía en ver «lo antes posible, ante el Sant Andreu», el Mestalla que lleva en mente. Sobre posibles refuerzos en enero, el joven preparador valenciano afirma no haber hablado de ello con el club.